Asegurar un lugar para todos, al que cada persona pueda llamar hogar, es una de las claves para lograr la independencia y uno de los pasos iniciales para formar una familia. Aún así, muchas personas jóvenes, alrededor de muchos países, no tienen suficiente dinero para poder permitirse comprar una cada propia. Además está el hecho de que rentar una casa es inseguro, costoso, o ambos- especialmente en los lugares donde los buenos empleos que los jóvenes quieren se convierten en una realidad mucho más escasa.
Los grandes beneficios de la vivienda para quienes la han adquirido desde hace tiempo
Aquellos que han comprado viviendas hace bastante tiempo, han disfrutado los beneficios de la apreciación libre de impuestos, un implícito impuesto menor al hecho de tener que disponer de una parte de sus ingresos para pagar la renta, y , en el caso del Reino Unido, libertad de los impuestos de las ganancias de capital también. Mientras tanto, a menos que los jóvenes disfruten del apoyo del “banco de papá y mamá”, o que tengan empleos excepcionalmente bien pagos, muchos de las generaciones jóvenes se quedan atascados en lo que se ha conocido como la “generación de la renta”.
Desigualdades e inquietudes intergeneracionales
Esta es una de las muchas inequidades intergeneracionales que empañan a las sociedades a lo largo del mundo. Otras desigualdades son la inseguridad laboral, montañas de deudas estudiantiles, pensiones inseguras, inequidades en el gasto público, y sobre todo, el cambio climático. El Financial Times cree que ahora es el momento correcto para que los tomadores de decisiones políticas ofrezcan un “New Deal” para los jóvenes, aquellos cuyos prospectos económicos han sufrido un duro golpe en medio de la pandemia. Una serie de editoriales de esta última semana de abril examinará aspectos como la vivienda, las pensiones, los empleos, la educación, el cambio climático, y los impuestos, y cómo todos estos aspectos podrían ser reformados para ayudar de una forma mejor a las generaciones más jóvenes.
La perspectiva de los jóvenes
Cuando el diario de finanzas británico entrevistó a las personas jóvenes, los encuestados de diversas partes del mundo, desde Hong Kong hasta Shanghai y Londres dijeron que los costos de la vivienda eran una de sus preocupaciones más grandes. Para tomar al Reino Unido como un ejemplo, la compra de una casa se ha vuelto excepcionalmente costosa cuando se compara con los estándares históricos relativos a las ganancias, especialmente en Londres. La proporción de personas en Inglaterra en las edades de 35 a 44 años que viven pagando alquileres de vivienda se ha incrementado del 9 al 28% entre 1997 y el 2017.
Mientras que el promedio de las construcciones terminadas de vivienda anualmente entre 1050 y 1970 fueron de 325.000 al año, este número cayó a solo 180.000 desde los años noventa hasta el 2019. Ha habido un declive fuerte, también en lo que se refiere a la construcción de viviendas sociales. Muchas de las viviendas han sido vendidas bajo el modelo de “derecho de compra”, mientras que las nuevas construcciones han caído dramáticamente. En febrero de 2017, la entonces Theresa May, alertó de que “nuestro mercado de vivienda roto es una de las grandes barreras para el progreso de Gran Bretaña hoy”. Ella podría estar hablando por muchos otros países también.
Los altos precios se deben en parte a la caída durante largo plazo de las tasas de interés reales. Pero la solución no puede ser empujar de manera artificial las tasas de interés al alza, con el fin de generar un colapso en los precios de las viviendas, sin consideración de otros costos en términos de desempleo y producción.
La carga tributaria incoherente
Los impuestos a las propiedades son incoherentes, notablemente en el Reino Unido: la regresiva carga fiscal de los impuestos de las ciudades es significativamente más alta de manera proporcional para los propietarios de casas pequeñas que para los propietarios de casas más costosas y grandes. No obstante, las valoraciones de las viviendas no se han actualizado para Inglaterra desde 1991. La reforma es urgente: Esto debería ser consistente con un impuesto que sea proporcional al valor de la propiedad, así como valoraciones actualizadas de los impuestos para los residentes más viejos, con el balance pagado de forma coherente.
Aún así, el tema más crucial es el inadecuado crecimiento de la oferta, incluyendo las viviendas más baratas. Para enfrentar esto, los gobiernos, especialmente las autoridades locales, necesitan ser capaces de adquirir tierra para el desarrollo de construcciones nuevas al valor de los actuales planes de construcción.
Incentivos a las autoridades locales para que fomenten la construcción de nuevas viviendas
Las autoridades locales deberían de nuevo ganar una parte por mejora el valor de los actuales beneplácitos y ordenes de construcción. Esto les daría un incentivo para promover el desarrollo de las construcciones mientras que benefician a los residentes existentes.
Hay un gran argumento para colocar impuestos nuevos a las tierras, en vez de colocarlos a las construcciones. Pero esto será un incentivo particularmente importante en los casos de las tierra que no está siendo usada y que tiene permisos pendientes de aprobación para construcción. Nada podría animar más el desarrollo de las construcciones que tal impuesto.
Una parte significativa de los nuevos recursos de financiación disponibles por las autoridades locales debería ser la construcción de viviendas asequibles para las personas con menos ingresos. Las grandes conurbaciones, en particular, no pueden funcionar sin tales trabajadores.
Necesidad de una mayor oferta de vivienda
Finalmente, el sector de la renta privada está en el camino de convertirse en una importante forma de tenencia. Pero los propietarios a largo plazo necesitan seguridad: Los contratos de renta estandarizados deberían ser extendidos por tres años.
La vivienda es un tema complejo, con muchas ramificaciones. Pero en muchas naciones, notablemente también en el Reino Unido, una gran oferta es algo esencial, especialmente en las conurbación más dinámicas desde un punto de vista económico. Esto tomará algunos cambios de política radical, es tiempo de abrazar estos cambios y brindarle con ellos más a oportunidades a las nuevas generaciones, que hoy no tienen la seguridad ni las facilidades para adquirir una vivienda propia.
Con información del Financial Times.