Paul Krugman habla de la Inteligencia Artificial y su impacto en la economía
No podía ser de otra manera, uno de los economistas más famosos del mundo, Paul Krugman, ha hablado sobre la inteligencia artificial y los efectos que tendrá para el desarrollo económico en el mediano y largo plazo.
En una columna publicada en el New York Times el 31 de marzo, Krugman señala que mientras que los alcances de la inteligencia artificial todavía no son conocidos en su totalidad, es poco probable que estos se desarrollen plenamente en el corto plazo.
Hay razones para que las personas estén preocupadas frente al avance de la inteligencia artificial, de la misma manera en la que los luditas estuvieron preocupados por los grandes avances tecnológicos de la primera etapa industrial. La eliminación de puestos de empleo es la principal preocupación. Aún así, tal y como señala Krugman, los desarrollos de las tecnologías de la información (años setenta) y los avances del motor de combustión, tomaron años en materializarse y rendir frutos en términos de productividad.
Para respaldar su hipótesis, Krugman expuso una gráfica sobre el crecimiento de la productividad, la cual coloco a continuación.
Los grandes desarrollos de la revolución de las tecnologías de la información solamente se vieron hasta los años 2004 y 2009, mientras que los avances de la electricidad también tardaron tiempo en rendir frutos en términos económicos.
Es claro que las proyecciones económicas importan, nos dice Krugman. Pero aún así las actuales proyecciones sobre los desarrollos de la inteligencia artificial aún están por verse. Y es que el problema no es únicamente el desarrollo tecnológico y científico, sino la forma en que la sociedad se adapta a estos cambios y los aprovecha.
Como un ejemplo, Krugman relata que las primeras fábricas tardaron en adaptarse a las nuevas máquinas eléctricas que reemplazaron a las máquinas de combustión. No solo se trata de la estructura de conocimientos sino de la estructura económica, indica Krugman citando a Peter Drucker, el gurú de la administración.
Ante todo esto, es probable que las nuevas tecnologías también creen nuevos puestos de trabajo y demanden trabajadores mejores calificados. P0dría haber una abundancia, esto es algo que Krugman no descarta del todo. Sin embargo, Krugman no pierde la oportunidad para ironizar: Muchos están pronosticando que la Inteligencia Artificial podría tener grandes incrementos en la productividad, algo que Krugman duda razonablemente. Pero estas mismas personas que esperan ver grandes incrementos en la producción, son los mismos que dicen que el Estado no se puede permitir pagar beneficios sociales y que es preciso ahorrar en gastos sociales para que la economía avance.
Krugman casi parece preguntarles a estos optimistas de las IAs: ¿Al fin qué? ¿Confiamos en la gran abundancia que vendrá por cuenta de la Inteligencia Artificial o nos abrochamos el cinturón?
