China prohíbe a sus empresas tecnológicas usar chips del fabricante estadounidense Micron
China continúa intensificando sus disputas geopolíticas y comerciales con Estados Unidos. El domingo, el gobierno chino le dijo a los usuarios de equipos informáticos considerados sensibles que dejen de comprar productos del mayor fabricante de chips de memoria estadounidense, Micron Technology Inc.
Los productos Micron tienen “graves riesgos de seguridad de la red” no especificados que representan un peligro para la infraestructura de información de China y afectan la seguridad nacional, dijo la Administración del Ciberespacio de China en su sitio web. Los funcionarios chinos no dieron detalles adicionales.
“Los operadores de infraestructura de información sensible en China deberían dejar de comprar productos de Micron Co.”, dijo la agencia.
Estados Unidos, Europa y Japón están reduciendo el acceso de China a la fabricación de chips avanzados y otras tecnologías que, según dicen, podrían usarse en armas en un momento en que el gobierno del presidente Xi Jinping ha amenazado con atacar a Taiwán. El gobierno chino también tiene cada vez más influencia en la región Asia Pacífico, algo que preocupa a las potencias occidentales.
Los funcionarios chinos están buscando formas de responder a los bloqueos de Occidente, pero parecen estar teniendo dificultades para tomar represalias sin perjudicar la producción local de teléfonos inteligentes y los esfuerzos locales en la producción de chips.
El 4 de abril se anunció una revisión de Micron bajo las leyes de seguridad de la información cada vez más estrictas de China, horas después de que Japón se uniera a Washington para imponer restricciones al acceso chino a la tecnología para fabricar chips para procesadores por motivos de seguridad.
Las empresas extranjeras en China se han visto sacudidas por redadas policiales en dos firmas de consultoría, Bain & Co. y Capvision, y una firma de diligencia debida, Mintz Group. Las autoridades chinas se negaron a explicar las redadas, pero dijeron que las empresas extranjeras están obligadas a obedecer la ley.
Los grupos empresariales y el gobierno de los EE. UU. han pedido a las autoridades chinas que expliquen las restricciones legales recientemente ampliadas sobre la información y cómo se harán cumplir.
El anuncio del domingo pareció intentar tranquilizar a las empresas extranjeras.
“China promueve firmemente la apertura de alto nivel al mundo exterior y, siempre que se cumpla con las leyes y regulaciones chinas, da la bienvenida a empresas y diversos productos y servicios de plataforma de varios países para ingresar al mercado chino”, dijo la agencia del ciberespacio.
Xi acusó a Washington en marzo de intentar bloquear el desarrollo de China. El presidente chino llamó al público a “atreverse a luchar”.
A pesar de eso, Beijing ha tardado en tomar represalias contra las naciones occidentales, posiblemente para evitar interrumpir las industrias chinas que ensamblan la mayoría de los teléfonos inteligentes, tabletas y otros productos electrónicos de consumo del mundo. China importa más de USD 300 mil millones en chips extranjeros cada año que son requeridos en la fabricación de teléfonos, tabletas, computadores y varios dispositivos electrónicos más.
Sin embargo, China ya no quiere depender más del mercado extranjero para la fabricación de chips para procesadores. Beijing está invirtiendo miles de millones de dólares para tratar de acelerar el desarrollo de chips y reducir la necesidad de tecnología extranjera. Las empresas chinas pueden suministrar chips de gama baja utilizados en automóviles y electrodomésticos, pero no pueden hacer chips para teléfonos inteligentes, inteligencia artificial y otras aplicaciones avanzadas.
El conflicto entre China y Estados Unidos por la fabricación de chips ha provocado advertencias de que el mundo podría desacoplarse o dividirse en esferas separadas con estándares tecnológicos incompatibles. Esto significaría que las computadoras, los teléfonos inteligentes y otros productos de una región no funcionarían en otras. A su vez, sería un escenario en el que se aumentarían los costos tecnológicos y podría retrasarse la innovación.
Las relaciones entre Estados Unidos y China se encuentran en su nivel más bajo en décadas debido a disputas sobre seguridad, el trato de Beijing a Hong Kong y las minorías étnicas musulmanas, disputas territoriales, el asunto de Taiwan y los superávit comerciales multimillonarios de China.
Con información de AP.
