El banco central de Estados Unidos, la Reserva Federal, aumentará sus tasas de interés por encima del 4% y mantendrá esta política durante el 2023 y más allá en su intento por frenar la alta inflación, de acuerdo con una encuesta realizada por el Financial Times a la que respondieron los principales economistas del país.
La última encuesta, llevada a cabo en sociedad con Initiative on Global Markets y la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago, sugiere que la Reserva Federal aún está lejos de finalizar su campaña de ajuste en política monetaria. Ya ha incrementado sus tasas de interés al paso más agresivo del que se tenga memoria desde 1981.
Acercándose a prácticamente cero de forma tan reciente como el mes de marzo pasado, la tasa sobre los fondos federales está ahora entre 2.25 por ciento y 2.5 por ciento. El Comité Federal de Mercado Abierto se reunirá de nuevo el jueves para una reunión de política de dos días, en la cual se espera que los funcionarios implementen una tercera alza consecutiva de 0.75 por ciento. El movimiento llevará la alza a un nuevo rango objetivo del 3 por ciento hasta el 3.25 por ciento.
Cerca del 70 por ciento de los 44 economistas entrevistados entre el 13 y el 15 de septiembre creen que los ajustes sobre las tasas de interés de los fondos federales de este ciclo alcanzarán el 4 y el 5 por ciento, con el 20 por ciento señalando que creen que es necesario que la Fed vaya más allá de ese nivel.
“El Comité Federal de Mercado Abierto todavía no ha llegado a un acuerdo sobre cuánto necesita incrementar las tasas de interés”, dijo Eric Swanson, un profesor de economía en la Universidad de California, Irvine, quien prevé que las tasas sobre los fondos federales eventualmente alcanzarán hasta el 5 y el 6 por ciento. “Si la Fed quiere ralentizar la economía ahora, ellos necesitan incrementar las tasa de interés sobre los fondos federales por encima de la inflación subyacente”.
Mientras que la Fed típicamente busca alcanzar una tasa de inflación del 2% sobre los bienes de consumo esenciales en el índice de precios, que elimina elementos volátiles como los alimentos y la energía, también monitorea de cerca el índice general de precios al consumidor.
La inflación se ha acelerado de forma inesperada en agosto, con la medida básica llegando al 0.6 por ciento mensual, o el 6.3 en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La mayoría de los economistas encuestados proyectan que el índice de precios al consumidor sobre productos básicos caerá de su nivel más reciente de junio del 4.6 por ciento al 3.5 por ciento para finales de 2023. Pero cerca de un tercio de ellos todavía esperan que exceda el 3 por ciento durante los 12 meses siguientes. Otro 27 por ciento dijo que “era tan probable como que no”, permanecer sobre ese umbral por un tiempo-.- indicando una gran preocupación sobre cómo la alta inflación se volverá un problema cada vez más intrincado en la economía.
“Temo que hemos llegado a un punto donde la Fed enfrenta el riesgo de que su credibilidad quede seriamente erosionada, y por esto necesita comenzar a ser muy consciente de ello”, dijo Jón Steinsson de la Universidad de California en Berkeley.
“Todos estábamos esperando que la inflación empezará a reducirse, y todos hemos quedado decepcionados una y otra y otra vez”. Más de un tercio de los economistas encuestados alertaron de que la Fed podría fallar en controlar la inflación adecuadamente si no incrementa las tasas de interés por encima del 4 por ciento para finales de este año.
Más allá de incrementar las tasas de interés por encima de un nivel que reduzca la actividad económica, la gran mayoría de los encuestados reconoce que la Fed las mantendrá allí por un periodo sostenido.
Que se suavicen las presiones sobre los precios, la inestabilidad de los mercados financieros y un mercado laboral que se está deteriorando son más que razones para que la Fed pueda pausar su campaña de restricción monetaria, pero no reducirá las tasas de interés sobre los fondos federales hasta al menos el 2024, como mínimo, de acuerdo al 80 por ciento de aquellos que fueron encuestados. De estos, un cuarto de los economistas no anticipan que la Fed comience a reducir sus tasas de interés hasta la segunda mitad del 2024 o más adelante.
Pocos creen, sin embargo, que la Fed aumentará sus esfuerzos para reducir su hoja de balances de cerca de 9 trillones de dólares por medio de ventas abiertas en las tenencias de valores respaldados por hipotecas en su agencia.
Tal acción agresiva para desacelerar la economía y enfrentar la inflación tendrían grandes costos, un punto que Jerome Powell, el presidente de la Fed, ha destacado en recientes apariciones.
Cerca del 70 por ciento de los encuestados espera que el Instituto Nacional de Investigación Económica – el árbitro oficial para determinar cuando las recesiones inician o culminan, declarará una en 2023, con una gran mayoría señalando la perspectiva de que esta ocurrirá en el primer o en el segundo trimestre. Esto se compara con aproximadamente el 50 por ciento que creen que Europa se está dirigiendo a una recesión para el cuarto trimestre de este año o incluso más temprano.
Una recesión en Estados Unidos podría durar por dos o tres trimestres, según reconocen la mayoría de los economistas, con más del 20 por ciento esperando que dure al menos cuatro trimestres o más. En su punto más álgido, la tasa de desempleo podría encontrarse entre un 5 y un 6 por ciento, de acuerdo al 57 por ciento de los encuestados, muy por encima del actual nivel del 3.7 por ciento. Un tercio ve la tasa de desempleo por encima del 6 por ciento.
“Esto va a afectar a los trabajadores que menos se lo pueden permitir cuando tengamos incrementos en las tasas de desempleo debido a los incrementos de estas tasas a cierto punto”, alertó Julie Smith del Lafayette College. “Incluso si son puntos porcentuales pequeños, un alza en el desempleo del uno o dos por ciento, esto será un dolor real para los hogares que no están preparados para sortear estos tipos de shocks.
Una solución a los problemas relacionados con la oferta, como la guerra en Ucrania y los confinamientos en China, podría ayudar a minimizar el trabajo que la Fed necesita hacer para reducir la demanda, lo que significa que tendríamos una contracción económica menos severa al final”, dijo Sebnem Kalemli-Ozcan de la Universidad de Maryland. Pero ella alertó que este pronóstico es altamente improbable.
“Claramente esto es un shock después de otro, de manera que no estoy confiada de que esto se vaya a solucionar de un momento para otro”, dijo Kalemli-Ozcan. “No puedo darte una estructura de tiempo concreta, pero tarde o temprano veremos una solución al final”.
Con información del Financial Times.