Conversaciones sobre el aumento al límite de deuda en EE. UU. continúan estancadas con Biden fuera del país
Las conversaciones entre los líderes republicanos del Congreso y la Casa Blanca sobre el aumento al límite de la deuda de Estados Unidos se han estancado este sábado después de que la reunión del viernes sobre el tema fracasara. El país tiene hasta el 1 de junio para incrementar el límite de su deuda y obtener así más recursos para la financiación del gobierno. De no lograrse un acuerdo el gobierno dejaría de cumplir con el pago de sus deudas y la economía entraría eventualmente en una recesión. Por su parte, el gobierno de Joe Biden y los líderes republicanos aún esperan llegar a un acuerdo.
El representante estadounidense Patrick McHenry, un negociador republicano, dijo que no había reuniones programadas para el sábado. Los líderes republicanos iban a “reunirse como equipo y evaluar cómo estaban las cosas”, dijo McHenry en el Capitolio de EE. UU. El representante no comentó si habría más conversaciones el domingo.
Dos reuniones terminaron el viernes sin ningún progreso. Los negociadores han dicho que no están seguro de cuándo se llevarán a cabo nuevas reuniones. Faltan menos de dos semanas para el 1 de junio, fecha en la que el Departamento del Tesoro de EE. UU. cree que el gobierno no podrá pagar todas sus deudas. Eso desencadenaría un incumplimiento que podría causar caos en los mercados financieros y aumentar las tasas de interés que el gobierno tiene que pagar a sus acreedores.
El presidente de la Cámara, Kevin McCarthy señaló el sábado que no cree que las conversaciones puedan avanzar hasta que el presidente Biden regrese al país.
“Desafortunadamente, la Casa Blanca retrocedió”, dijo McCarthy.
Biden, quien estaba en Japón el viernes por la noche, señaló que todavía cree que el país puede evitar el impago de la deuda.
“Sigo creyendo que podremos evitar un incumplimiento y lograremos algo decente”, dijo Biden a los periodistas en Hiroshima, donde asiste a la reunión anual del G7.
Biden se mostró optimista a pesar de que la Casa Blanca reconoció que persistían “diferencias serias” con los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes.
McCarthy ha dicho que es necesario avanzar para cambiar la “trayectoria” del gasto deficitario del gobierno de EE. UU. y el rápido aumento de la deuda. Esto significa que los republicanos quieren fuertes recortes de gastos a cambio del aumento en el límite de la deuda del gobierno. El límite de la deuda actúa regularmente como una medida necesaria para cubrir los costos de gastos y los recortes de impuestos previamente aprobados por el Congreso.
Los republicanos controlan la Cámara por un estrecho margen, mientras que los demócratas tienen una escasa mayoría en el Senado, lo que dificulta obtener un acuerdo en ambas cámaras.
Los demócratas han estado presionando para mantener el gasto estable en los niveles de este año, mientras que los republicanos quieren reducir el gasto a los niveles de 2022. Un plan aprobado por la Cámara el mes pasado reduciría una amplia franja del gasto público en un 8% el próximo año.
Los demócratas no están de acuerdo con los recortes propuestos por los republicanos y dicen que estos harían que se desechara al menos un 22% de los programas gubernamentales en educación y aplicación de la ley. Los republicanos no han cuestionado las cifras presentadas por los demócratas en esta materia.
Con información de Reuters.