¿Quién fue y qué hizo John Maynard Keynes? ¿Por qué su pensamiento económico resulta tan relevante en nuestros días?
Estas preguntas cobran hoy gran importancia en la medida en que nuestras sociedades se encuentran atravesadas por crisis económicas que no hayan solución. También vemos divisiones sociales que profundizan la inestabilidad de los sistemas político y económico.
Frente a este contexto muchos vuelven a ver en Keynes respuestas parar enfrentar la situación y ofrecer un nuevo paradigma de pensamiento económico.
Biografía corta de John Maynard Keynes
John Maynard Keynes nació en Cambridge el 5 de julio de 1883 (Reino Unido) y falleció el 21 de abril de 1946 en Sussex.
Keynes es considerado el economista más importante del Siglo XX. Sus aportes intelectuales brindaron una solución a la Gran Depresión que siguió a la crisis del 1929. En ese momento sus ideas fueron el fundamento para diseñar el sistema financiero y económico que prevaleció en Occidente tras la segunda guerra mundial.
Educación de John Maynard Keynes
La educación de John Maynard Keynes fue muy esmerada y profundizó ampliamente en materia económico con la ayuda de su mentor Alfred Marshall.
Luego de un breve período en la India trabajando para el servicio administrativo británico, en 1909 entra como profesor al King’s College de Cambridge. Desde ese momento ejerció una enorme influencia sobre políticos, ministros, banqueros, empresarios y la sociedad en general, hasta el día de su muerte.
Ideas económicas de Keynes
Las ideas económicas de John Maynard Keynes hacen énfasis en la escasez de la demanda agregada en las economías desarrolladas. Esta escasez lleva a que los negocios tengan menos ventas y a que la economía entre en crisis, con lento crecimiento, recesión y desempleo.
En sus análisis Keynes tiene muy en cuenta el papel del ahorro en las crisis económicas. Cuando los países alcanzan un alto grado de desarrollo económico, las personas ahorran más. El ahorro es percibido como un debilitador del consumo de los hogares y la actividad económica.
Por otra parte, la automatización también tiene un impacto negativo en la economía. La automatización hace que se necesite menos mano de obra. El impacto de las máquinas hace que muchas personas queden desempleadas y sin capacidad de participar en la economía mediante el consumo. Cuando hay menos consumo hay menor demanda agregada y en consecuencia periodos de crisis económica.
Siguiendo las ideas de Thomas Malthus, Keynes llega a la conclusión de que se debe estimular el gasto privado. Para esto es preciso fomentar inversiones públicas en períodos de recesión económica.
Para esto el Estado debe incurrir en un déficit público. El estado pedirá préstamos que usará para invertir en infraestructura, programas sociales y actividades que generen empleo. Cuando esto ocurre, la gente vuelve a consumir y se dinamiza la economía. Un déficit público ocurre cuando el estado gasta más de lo que ingresa por rentas públicas e impuestos.
Las ideas de Keynes ¿Una receta para superar la pobreza en los países en vías de desarrollo?
En economías en vías de desarrollo, las ideas de mayor gasto público como un medio para estimular la economía, han sido recibidas con escepticismo. En muchos países se cree que la estabilidad económica y el control del gasto público ayudan a atraer inversión extranjera directa.
Por otra parte se teme que al incurrir en gastos deficitarios, las entidades de calificación de crédito crean que un país es irresponsable fiscalmente. Estas entidades reducirían la calificación crediticia de un país, lo cual alejaría la inversión extranjera.
En las economías en vías de desarrollo, la inversión extranjera puede ser crítica para superar los ciclos de pobreza y estimular el crecimiento.
Sin embargo, muchas naciones han desarrollado políticas de gasto importantes en sectores clave de la economía, las cuales han estimulado el desarrollo. Aún así, las políticas keynesianas no se han concebido como una forma en que las economías en desarrollo puedan superar la pobreza. Más bien, son una forma en que las economías pueden superar los eventos de crisis.
Por esto, aunque el gasto público ayude a las economías durante las crisis, no bastará para que un país supere la pobreza. La superación de la pobreza implicará otros elementos. Algunos de ellos son la ayuda extranjera directa, inversiones en ciencia y la tecnología y planes agresivos de sectores como salud y educación.
Fallas de mercado en la teoría de John Maynard Keynes
Las ideas de Keynes apuntan a la concepción de que el mercado no es una realidad que surge de forma espontánea en la economía. El mercado es una construcción social que surge y evoluciona de acuerdo a las leyes que la sociedad le vaya dando. Así, el mercado puede responder a las regulaciones, estímulos y frenos que le impongan entidades como el estado o los bancos centrales. Según Keynes, en periodos de crisis es evidente que el mercado falla en tareas básicas. Las personas pierden sus empleos y la moneda se devalúa sin que el mercado pueda corregir por sí mismo los fallos.
En consecuencia, es necesario que en medio de una crisis, el estado intervenga en la economía. La actividad del estado puede propiciar la vuelta del mercado a su dinamismo y la superación de las fallas estructurales.
La apuesta por una paz justa
Keynes tuvo una perspectiva muy aguda al analizar las causas de la Segunda Guerra Mundial. Desde su perspectiva, las condiciones económicas impuestas a Alemania tras la Primera gran guerra, crearon las condiciones para un nuevo conflicto.
En el Tratado de Versalles se impusieron condiciones económicas muy duras a Alemania. El país tuvo que pagar elevados gastos de reparación y se le prohibió tener un ejército fuerte. Keynes supo ver con mucha anticipación que las condiciones impuestas a Alemania generarían resentimiento en la sociedad. Este resentimiento llevó a la inestabilidad política y al surgimiento del régimen nazi que llevaría a Europa a una segunda gran guerra.
Después de la guerra, las ideas keynesianas tuvieron un gran impacto para la recuperación económica de Europa. Las condiciones políticas cambiaron completamente y se impulsó un plan ambicioso para la recuperación económica (Plan Marshall). Desde entonces los países europeos más influyentes (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia) no se han visto involucrados en grandes guerras entre sí.
Uno de los escritos más importantes de Keynes durante el periodo de entreguerras fue Las consecuencias económicas de la Paz (1919). Allí anticipó que la forma en que se había impuesto la paz, no solo perjudicaría a Alemania, sino que perjudicaría la reconstrucción económica de Europa. En este sentido, una Alemania débil, era un mal socio comercial. Esto provocaba la caída de la demanda de bienes y servicios de Alemania y el país podría caer bajo el embrujo de un régimen autoritario. Las profecías de Keynes se cumplieron al pie de la letra.
Nacimiento de la macroeconomía, uno de los aportes de John Maynard Keynes
Una de las obras fundamentales del trabajo de Keynes es Teoría general del empleo, el interés y el dinero publicada en 1935. Por medio de esta obra sienta las bases para estudiar las actividades económicas de un país. Se concibe por primera vez a la renta nacional como un todo, dando inicio a la macroeconomía como rama de estudio de la economía.
Instituciones del Bretton Woods
En los años cuarenta Keynes influyó directamente en la economía del Reino Unido. Trabajó como director del Banco de Inglaterra y asesor del Tesoro. En 1944 estuvo a cargo de la comisión británica en la Conferencia de Bretton Woods. Allí influyó en la creación del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el GATT. Estas instituciones son la base del sistema económico mundial.
Los ciclos económicos
Las ideas económicas de Keynes tratan de explicar como las expectativas de los empresarios y los consumidores dan forma a los ciclos económicos. Cuando creen que la economía irá a mejor, invierten y gastan más, fomentando el crecimiento. Cuando creen que la economía entrará en recesión, gastarán menos e invertirán menos. De forma que las expectativas refuerzan el comportamiento de los ciclos económicos.
Cuando las expectativas de los consumidores y los empresarios están desalineadas se puede producir un exceso de oferta llevando a la deflación. También puede haber un exceso de demanda causado inflación. La inversión del Estado se hace necesaria para evitar los fallos de los ciclos de mercado y revertir sus efectos negativos.
Recepción del trabajo de John Maynard Keynes entre los académicos
Elogios
El pensamiento económico de John Maynard Keynes solo comenzó a alcanzar una aceptación casi universal en los últimos años de su vida.
A nivel personal, el encanto de Keynes era tal que generalmente era bien recibido donde quiera que fuera. Incluso quienes se oponían a sus idea rara vez le guardaban rencor.
El discurso de Keynes al cierre de las negociaciones de Bretton Woods fue recibido con una ovación duradera, rara en las relaciones internacionales. Los delegados de la conferencia reconocieron la escala de los logros de Keynes a pesar de las dificultades.
Hayek elogia a Keynes
El economista de la escuela austríaca Friedrich Hayek fue el crítico contemporáneo más destacado de Keynes, con opiniones muy opuestas sobre la economía. Sin embargo, después de la muerte de Keynes, escribió: “Era el hombre realmente grandioso que conocí, y por el que tenía una admiración ilimitada. El mundo será un lugar mucho más pobre sin él”.
Otros elogios recibidos por John Maynard Keynes
Lionel Robbins, ex jefe del departamento de economía de la London School of Economics, que participó en las negociaciones del Bretton Woods junto a Keynes, dijo:
Esto fue muy bien de hecho. Keynes estaba en su estado de ánimo más lúcido y persuasivo: y el efecto era irresistible. En esos momentos, a menudo me encuentro pensando que Keynes debe ser uno de los hombres más notables que jamás haya vivido- Lionel Robbins
Douglas LePan, un funcionario de la Alta Comisión de Canadá, escribió:
Estoy hechizado. Esta es la criatura más bella que he escuchado. ¿Pertenece a nuestra especie? ¿O es de otro orden? Hay algo mítico y fabuloso en él. Siento en él algo masivo y parecido a una esfinge, pero también un toque de alas. –Douglas LePan.
El obituario de Keynes en The Times incluyó el comentario:
“Está el hombre mismo: radiante, brillante, efervescente, alegre, lleno de bromas traviesas … Era un hombre genuinamente dedicado a la causa del bien común”.
Críticas
Como un hombre del centro y el economista de mayor impacto del siglo XX, Keynes atrajo considerables críticas de ambos lados del espectro político.
En la década de 1920, Keynes fue visto como anti-establecimiento y fue atacado principalmente desde la derecha.
Para la década de los treinta muchos jóvenes economistas favorecían las opiniones marxistas, incluso en Cambridge. En ese momento, Keynes se dedicaba principalmente a tratar de persuadirlos de los méritos de una política más progresista. La crítica más vociferante contra él vino de la izquierda , quien lo vio como un partidario del capitalismo.
Desde la década de 1950 en adelante, la mayoría de los ataques contra Keynes han sido nuevamente desde la derecha.
Críticas de Hayek
En 1931, Friedrich Hayek criticó ampliamente el Tratado de Keynes sobre el dinero de 1930.
Después de leer El camino a la servidumbre de Hayek, Keynes escribió a Hayek “Moral y filosóficamente me encuentro de acuerdo con prácticamente todo”. Sin embargo, apuntó la siguiente observación:
Por lo tanto, lo que necesitamos, en mi opinión, no es un cambio en nuestros programas económicos […] sino tal vez incluso lo contrario, es decir, una ampliación de ellos. Su mayor peligro es el probable fracaso práctico de la aplicación de su filosofía en los Estados Unidos.
Cuando se le preguntó por qué Keynes expresó un acuerdo “moral y filosófico” con el Camino de la Servidumbre, Hayek dijo:
Porque creía que todavía era fundamentalmente un liberal inglés clásico y no estaba muy consciente de cuán lejos se había alejado de esta filosofía. Sus ideas básicas seguían siendo las de la libertad individual. No pensaba lo suficientemente sistemáticamente como para ver los conflictos. Fue, en cierto sentido, corrompido por la necesidad política. – Friedrich Hayek
Según algunos observadores, Hayek sintió que la “ortodoxia keynesiana” posterior a la Segunda Guerra Mundial le dio demasiado poder al estado. Para él, eso simplemente conduciría al socialismo.
Críticas de Milton Friedman
Si bien Milton Friedman describió La teoría general como “un gran libro”, no le convencían del todo las apreciaciones de Keynes.
Friedman argumenta que la política macroeconómica sólo puede influir de manera confiable en lo nominal.
En consecuencia, él y otros monetaristas han argumentado que la economía keynesiana puede provocar la estanflación. Una estanflación es la combinación de bajo crecimiento y alta inflación. Las economías desarrolladas sufrieron estanflación a principios de los años setenta.
A Friedman le gustó el “Tratado sobre la Reforma Monetaria” (1923). Friedman consideró que este era el mejor trabajo de John Maynard Keynes por su enfoque en la estabilidad de los precios.
Críticas de Schumpeter
Joseph Schumpeter era un economista de la misma edad que Keynes y uno de sus principales rivales.
Fue uno de los primeros revisores en argumentar que la Teoría general de Keynes no era una teoría general, sino un caso especial.
Dijo que el trabajo expresaba “la actitud de una civilización en descomposición”.
Después de la muerte de Keynes, Schumpeter escribió una breve pieza biográfica Keynes:
A nivel personal, era muy positivo sobre Keynes como hombre, alabando su naturaleza agradable, cortesía y amabilidad. Evaluó algunos de los trabajos biográficos y editoriales de Keynes entre los mejores que había visto. Sin embargo, Schumpeter siguió siendo crítico sobre la economía de Keynes. Consideraba que Keynes tenía una especie de patriotismo inconsciente que le hizo no comprender los problemas de otras naciones.
Para Schumpeter, “el keynesianismo práctico es una plántula que no se puede trasplantar a un suelo extraño”. En este sentido, Schumpeter creía que las ideas de Keynes no tenían aplicación en otras naciones.
Críticas de Harry Truman
El presidente Harry S. Truman se mostró escéptico sobre las teorías keynesianas.
Al respecto del trabajo de Keynes, Truman dijo: “Nadie puede convencerme de que el gobierno puede gastar un dólar que no tiene”. Truman compartió sus críticas con Leon Keyserling, un economista keynesiano que presidió el Consejo de Asesores Económicos de Truman.
Keynesianismo
La influencia del pensamiento de Keynes fue tan amplia que llevó a dar nombre a toda una escuela de pensamiento guiada por sus ideas. Esta escuela considera que el Estado desempeña un papel muy importante al incentivar la demanda agregada de la economía por medio del gasto público.
Las tesis del keynesianismo implican que cuando la economía se encuentra en recesión el estado debe intervenir. Si hay exceso de oferta y los salarios caen, se puede aumentar la demanda por medio de la política fiscal (gasto público y disminución de impuestos). De esta manera, los salarios mejoran de nuevo, la gente gasta más otra vez y se recupera el dinamismo de la economía. La política monetaria también es crucial para los keynesianos cuando se trata de dinamizar la economía.
Libros de Keynes
- 1913 Moneda y finanzas en la India
- 1914 Ludwig von Mises‘ Theorie des Geldes (EJ)
- 1915 La economía de la Guerra en Alemania(EJ)
- 1919 Las consecuencias económicas de la paz
- 1921Tratado de probabilidad
- 1922 La inflación de la moneda como un método tributario (MGCRE)
- 1922 Revisión del Tratado
- 1923 Breve tratado sobre la reforma monetaria
- 1925 ¿Soy un liberal? (N&A)
- 1926 El Final Del Laissez Faire
- 1926 Laissez Faire y comunismo
- 1930 Tratado del dinero
- 1930 Las posibilidades económicas de nuestros nietos
- 1931 El fin del patrón Oro (Sunday Express) /
- 1931 Ensayos De Persuasión
- 1933 Carta abierta al presidente Roosevelt (New York Times)
- 1936 Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero
- 1940 Cómo pagar por la guerra
Influencia del pensamiento keynesiano
La influencia del keynesianismo se extendió bastante durante el siglo XX hasta la crisis americana y europea de los años setenta.
Desde entonces los neoliberales y seguidores de la ortodoxia económica (Escuelas de Chicago y Escuela austríaca) tomaron la escena. Estas escuelas piden menos gasto público, reducción del déficit, desregulación de la economía y un Estado de tamaño mínimo. Las ideas neoliberales funcionaron relativamente bien en los países desarrollados hasta la crisis económica de 2008. Sin embargo, no enfrentaron la creciente desigualdad económica.
Desde la crisis financiera de 2008 y las intervenciones estatales para rescatar grandes bancos, el keynesianismo está de vuelta en la economía. Los Estados han crecido su inversión en la economía. Al mismo tiempo se destaca que aquellas sociedades donde el Estado más, (como las nórdicas) son mucho más sólidas que el resto.
En la cultura popular podemos ver cómo el keynesianismo ha influido. Incluso en música popular como el hip hop, vemos caracterizaciones de Keynes enfrentando a Hayek. Aquí un vídeo de una de estas caracterizaciones que explican el pensamiento keynesiano y el neoclásico de forma musical y didáctica:
El pensamiento de John Maynard Keynes en el Siglo XXI
La crisis financiera mundial de 2008 condujo al escepticismo público sobre el consenso del libre mercado, incluso por parte de algunos desde la derecha política.
En marzo de 2008, Martin Wolf, principal comentarista de economía del Financial Times, anunció la muerte del sueño del capitalismo de libre mercado global. En el mismo mes, el macroeconomista James K. Galbraith usó la 25 Conferencia Distinguida Anual de Milton Friedman para lanzar un ataque radical contra el consenso de la economía monetarista. Galbraith argumentó que la economía keynesiana era mucho más relevante para abordar las crisis emergentes.
El economista Robert J. Shiller había comenzado a abogar por una intervención gubernamental robusta para abordar las crisis financieras, citando específicamente a Keynes.
El premio Nobel Paul Krugman también ha defendido activamente la intervención keynesiana en la economía en sus columnas del New York Times.
Otros comentaristas económicos prominentes que han abogado por la intervención del gobierno keynesiano para mitigar la crisis financiera incluyen a George Akerlof, J. Bradford DeLong, Robert Reich y Joseph Stiglitz.
Los periódicos y otros medios también han citado trabajos relacionados con Keynes de Hyman Minsky, Robert Skidelsky, Donald Markwell y Axel Leijonhufvud.
La puesta en práctica de las teorías de John Maynard Keynes en el siglo XXI
La economía keynesiana volvió al juego luego de la crisis financiera de 2008. Veamos algunos eventos destacados de este regreso:
Durante la crisis financiera que llevó a la Gran Recesión, se llevaron a cabo una serie de rescates financieros importantes. En septiembre de 2007 el gobierno de Estados Unidos anunció la nacionalización de dos empresas que supervisaban gran parte del mercado hipotecario: Fannie Mae y Freddie Mac.
Para octubre, Alistair Darling, canciller británico de Hacienda, se refirió a Keynes cuando anunció planes de estímulo fiscal para evitar los peores efectos de una recesión.
Otros gobiernos de todo el mundo adoptaron políticas similares. Esto marca un contraste con las políticas impuestas a Indonesia durante la crisis financiera asiática de 1997. En ese entonces, el FMI obligó a Indonesia a cerrar 16 bancos al mismo tiempo, lo que provocó una corrida bancaria.
¿Un keynesianismo internacional?
Gran parte de la discusión posterior a la crisis reflejó la defensa de Keynes de la coordinación internacional del estímulo fiscal o monetario. Las instituciones económicas internacionales como el FMI y el Banco Mundial, han vuelto a cobrar gran relevancia.
El FMI y los economistas de las Naciones Unidas abogaron por un enfoque internacional coordinado del estímulo fiscal.
Donald Markwell argumentó que la ausencia de coordinación económica internacional crearía un riesgo de empeoramiento de las relaciones internacionales. Markwell incluso apunto a la posibilidad de una nueva guerra mundial derivada de factores económicos similares a los de la depresión de los años treinta.
El Financial Times informó en 2009 que “el resurgimiento del keynesianismo era una sorprendente inversión de la ortodoxia de las últimas décadas”.
En diciembre de 2008, Paul Krugman lanzó el libro El retorno de la economía de la depresión y la crisis de 2008. En el libro, Krugman argumentó que condiciones económicas similares a las que existían durante la primera parte del siglo XX habían regresado. Esto hacía que las recetas de políticas keynesianas fueran relevantes de nuevo.
En febrero de 2009, Robert J. Shiller y George Akerlof publicaron Animal Spirits, un libro donde argumentan que el paquete de estímulo de 2009 de Estados Unidos era demasiado pequeño. Shiller y Akerlof defendieron ideas económicas keynesianas como respuesta a la crisis de 2008.
La Reforma del sistema monetario internacional inspirada en John Maynard Keynes
En un discurso de 2009, Zhou Xiaochuan, gobernador del Banco Central chino, abogó por la idea de Keynes de una moneda de reserva global centralizada.
Zhou argumentó que era desafortunado que parte de la razón de la crisis fuera la incapacidad de adoptar el bancor (moneda teórica) de Keynes.
Zhou propuso un movimiento gradual hacia un mayor uso de los derechos especiales de giro (DEG) del FMI.
Aunque las ideas de Zhou no habían sido ampliamente aceptadas, el G20 acordó en 2009 permitir al FMI la creación de más derechos especiales de giro. Estos derechos tienen como fin impulsar el crédito para las economías menos desarrolladas.
Planes de estímulo basados en el pensamiento keynesiano
En medio de la crisis financiera del 2008, los planes de estímulo basados en las ideas keynesianas fueron alabados por contribuir a la mejora económica. La OCDE y el FMI indicaron en sus informes de 2009 que los planes habían tenido un amplio impacto en la recuperación.
Aún así, estos programas no se aplicaron ampliamente, por lo que la recuperación económica de las naciones avanzadas resultó ser más lenta de lo esperado.
Si bien la necesidad de medidas de estímulo fue ampliamente aceptada entre los encargados de formular políticas, hubo mucho debate sobre cómo financiar el gasto. Algunos líderes e instituciones, como Angela Merkel y el Banco Central Europeo, expresaron su preocupación por el papel del gasto público. Se indició que la inflación y la deuda nacional aumentarían y que un estímulo demasiado grande podría crear una recuperación insostenible.
En este sentido, la ortodoxia económica liberal se impuso y los programas de gasto deficitario no tuvieron el alcance esperado. Pero el hecho de que el keynesianismo prosperará en medio de la crisis ha reavivado el debate sobre la importancia del estado.
Respuesta desde la academia al pensamiento keynesiano en el siglo XXI.
Entre los economistas profesionales, el renacimiento de la economía keynesiana ha sido aún más divisivo.
Muchos economistas, como George Akerlof, Paul Krugman, Robert Shiller y Joseph Stiglitz, apoyaron el estímulo keynesiano. Sin embargo, otros no creyeron que un mayor gasto gubernamental ayudaría a la economía de los Estados Unidos a recuperarse de la Gran Recesión.
Economistas como Robert Lucas, cuestionaron la base teórica de los paquetes de estímulo. Por otra parte, Robert Barro y Gary Becker, dicen que no existe evidencia empírica de los efectos beneficiosos del estímulo keynesiano.
Sin embargo, una creciente literatura que muestra que la expansión fiscal ayuda al crecimiento económico y que ciertos tipos de estímulo fiscal son efectivos.
Las ideas de John Maynard Keynes vuelven en medio de una pandemia
Tras el brote de coronavirus mundial, COVID-19, originado en China, muchas economías se vieron obligadas a cerrar y a decretar el aislamiento de sus ciudadanos. Esto llevó a una prolongada y aguda crisis económica. Según el Fondo Monetario Internacional se trató de la peor crisis económica desde la Gran Depresión.
Los gobiernos se vieron obligados a realizar grandes rescates económicos de pequeños negocios y a transferir dinero directamente a los ciudadanos para enfrentar la crisis. Este movimiento de política económica es considerado como un gran regreso al keynesianismo.
El enfoque de los rescates y programas de estímulo se basó en dos iniciativas: La primera, una política monetaria laxa, con tipos de interés bajos. La segunda fue la política fiscal expansiva, con un gran gasto deficitario gubernamental con el fin de estimular la economía. Estos planes lograron la recuperación del empleo de una forma mucho más acelerada.
Por su parte, el FMI dirigido por Kristalina Georgieva y Gita Gopinath, ha recalcado la importancia de que los estados gasten activamente durante las crisis. El FMI cree ahora que el gasto estimula el consumo de los ciudadanos e impulsa la reactivación de la economía. Esta perspectiva del FMI contradice la posición de la entidad durante gran parte de las décadas anteriores. Pero la nueva ideología del FMI ha sido muy bien acogida por gran parte de las economías en desarrollo.
Con información de Wikipedia.