Concepto
El Banco Central Europeo es el Banco Central de los países de la Eurozona, es decir aquellas naciones de la Unión Europea que han adoptado en euro como moneda oficial. Actualmente 19 naciones hacen parte de la eurozona, siendo Lituania, el último estado nacional en adoptar el euro. Dentro de los micro-estados que usan el euro se encuentran Andorra, el Vaticano, San Marino y Mónaco, quienes no son contados entre las naciones de la zona euro. Montenegro y Kosovo han adoptado de manera unilateral el euro como moneda oficial, sin ningún acuerdo previo con la eurozona.
El Banco Central Europeo fue fundado luego del Tratado de Maastricht en 1998. La entidad tiene su sede en Fráncfort, Alemania y su presidente actual es el economista italiano Mario Draghi.
Historia
El Banco Central es la entidad que sucede al Instituto Monetario Europeo, organización creada en la segunda fase de la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea para manejar la transición de los países que iban a adoptar el euro.
En 1998 el Consejo Europeo, institución que agrupa a los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, decidió por unanimidad que once Estados miembros (Bélgica, Alemania, Francia, Irlanda, Italia, España, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria, Portugal y Finlandia) estaban preparados para adoptar la moneda única europea, entrando a formar parte de la eurozona
El euro fue adoptado como moneda oficial de la eurozona el 1 de enero de 1999, reemplazando al sistema de Unión Monetaria Europea.
Las primeras monedas y billetes entraron en circulación el 1 de enero de 2002.
Aunque Reino Unido Y Dinamarca podían adoptar el euro y ser parte de la eurozona, por medio de referendos populares decidieron no incorporarse.
El primer presidente del Banco Central Europeo fue el presidente del Banco de los Países Bajos, Win Duisenberg. Su sucesor fue Jean-Claude Trichet, Gobernador del Banco de Francia.
El 1 de diciembre de 2009 entra en vigor el Tratado de Lisboa, que modifica al Tratado de Maastricht y al Tratado de Roma, que le da al Banco Central el carácter de Institución de la Unión Europea.
La finalidad del Banco Central Europeo
La meta principal del Banco Central Europeo es mantener la estabilidad de los precios de la zona euro. Es decir, mantener bajo control la inflación para que el valor de la moneda se sostenga. Lo que se traduce en el hecho de que Europa busca una moneda fuerte para atraer la inversión extranjera y promover su desarrollo interno. El Objetivo principal del Banco es mantener el índice de precios al consumidor alrededor del 2%. Este es un objetivo principal, los demás objetivos están subordinados a este objetivo principal.
Para lograr dicho objetivo el Banco Central Europeo tiene el poder de definir la tasa de interés del euro para toda la eurozona, un indicador que es visto como esencial para pronosticar si Europa es una opción atractiva de inversión, si la inflación aumentará o decrecerá, entre otros factores.
¿Qué hace el Banco Central Europeo?
Dentro de las funciones básicas del Banco Central Europeo están: ejecutar la política monetaria de la eurozona, administrar las operaciones de cambio de divisas, salvaguardar las reservas internacionales del sistema europeo de Bancos Centrales y promover el correcto funcionamiento de los sistemas de pago y la infraestructura del mercado financiero de Europa.
Solo el Banco Central Europeo tiene derecho a autorizar la emisión de los billetes de euro. Cada país puede imprimir sus propios billetes y acuñar sus propias monedas, pero las cantidades deben estar previamente autorizadas por el Banco Central Europeo (BCE).
El banco también recopila información estadística para llevar a cabo sus funciones y poder mantener la estabilidad financiera de la zona euro y poder supervisar de forma prudente en sistema financiero.
Accionistas
El Banco tiene un capital de 10.825 millones de euros (cifras de 2015) que son aportados por los bancos centrales de los países miembros de la eurozona, quienes son sus accionistas. Cada estado aporta, siguiendo las indicaciones fundacionales de 1998, que ordenan que cada nación debe aportar según su PIB y según su población en referencia con los demás miembros de la eurozona.
El calculo de los aportes de cada banco central nacional al BCE es ajustado cada cinco años. El mayor aportante es el Banco Federal Alemán, que cuenta con un 18% de participación en la entidad, lo cual tiene bastante lógica dentro de este esquema, puesto que Alemania es la economía más fuerte de la eurozona. Entre los mayores aportantes siguen, en orden según sus aportes, Francia, Italia, España y Países Bajos.
Independencia del BCE
Las instituciones de la Unión Europea, así como los gobiernos de los estados nacionales de la eurozona, tiene la obligación de respetar la independencia del Banco Central Europeo.
Esto implica que el Banco Central Europeo no puede recibir instrucciones de ninguna institución u organismo de la Unión, tampoco de ningún estado miembro.
Todo lo anterior indica que el Banco solo se rige por las reglas que están diseñadas para su funcionamiento por la Unión Europea. El Banco Central tiene que rendir informes de sus actividades al Parlamento Europeo, la Comisión Europea, El Consejo de la Unión Europea, y el Consejo Europeo.
Problemas de la zona euro y el Banco Central Europeo
Debido a su independencia, las economías nacionales tienen que ajustar sus presupuestos y política fiscal con la política monetaria de la Unión Europea, lo que impide que cada nación tenga su propia política monetaria y pueda actuar en consonancia con sus contingencias económicas particulares. En este contexto, los estados pierden autonomía para manejar sus finanzas y presupuestos, estando obligados a mantener ciertas metas de déficit público.
La crisis de la eurozona
Como consecuencia de la crisis financiera de 2008 el Banco Central Europeo se vio en aprietos para responder a las necesidades propias de las economías de cada país afectado por la crisis. La crisis de la deuda griega llevó a pensar en un efecto de contagio al sistema financiero europeo, ya que existían altas posibilidades de que Grecia abandonara el euro como moneda oficial, llevando a que otras naciones siguieran su ejemplo y se desintegrara la eurozona.
Finalmente un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la Eurozona llevó a que Grecia se adhiriera a un doloroso plan de ajuste y rescate que salvó la unión monetaria.
Tras el proceso de separación de Gran Bretaña de la Unión Europea, Brexit, el euro ha podido mantenerse a flote como una moneda de referencia.
Contexto actual
Hoy, paradójicamente la más grande debilidad del euro es su propia fortaleza. Debido a que la moneda tiene un alto valor frente a otras divisas internacionales, las exportaciones de la eurozona resultan caras, lo cual desemboca en una pérdida de competitividad de los países miembros.
En este contexto el Banco Central Europeo ha tratado de responder manteniendo las tasas de interés bajas, preparándose para un escenario de mayor proteccionismo global en el que el comercio internacional se está desacelerando por cuenta de la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Así, el objetivo inicial del Banco Central Europeo -mantener un euro fuerte – poco a poco viene a ser modificado por una coyuntura internacional que exige que el valor de las monedas se debiliten para que las economías nacionales puedan competir en el mercado internacional.
Con información de Wikipedia.