Entender lo qué es el gasto público es clave para tener una imagen precisa de cómo funciona la economía contemporánea.
Qué es el gasto público – el concepto
En las economías capitalistas o de mercado el gasto público es el conjunto total de gastos realizados por el Estado tanto en la adquisición de bienes y servicios, funcionamiento de las entidades burocráticas, pago de deudas – interna y externa, construcción y mantenimiento de infraestructura pública o de uso común como las carreteras, edificios del estado, agencias del poder público, entre otras, así como la prestación de subsidios y transferencias para distribuir la riqueza del conjunto de la sociedad.
El gasto público de un Estado siempre estará relacionado con un determinado período de tiempo, generalmente un año, ya que los gobiernos establecen sus presupuestos de forma anual, y dependiendo de cada país pueden necesitar la aprobación de los organismos legislativos para poder ejecutar ese gasto.
Historia
Desde que existen los gobiernos o autoridades centrales que controlan legítimamente un territorio podemos hablar de gasto público. En la antigüedad este estaba gestionado por reyes, emperadores y entidades burocráticas al servicio de estos que hacían uso de los capitales recaudados vía impuestos para satisfacer las necesidades e intereses del Estado o de los monarcas.
En la época moderna, desde la revolución francesa y el nacimiento de conceptos como derechos humanos, derechos económicos, sociales y colectivos, el gasto público del Estado en las sociedades occidentales y democráticas está atado ya no solo al interés del Estado si no también al interés general de los ciudadanos.
Características del gasto público
Es ejecutado por entidades públicas como empresas del Estado, la policía, el ejército, las autoridades judiciales, los ayuntamientos o alcaldías, las gobernaciones, los órganos legislativos, entidades de control público y el poder ejecutivo.
Tiene que estar atado al interés general de los ciudadanos por lo cual debe corresponderse con planes de desarrollo económico y social previamente aprobados por el parlamento o congreso.
Tiene que corresponderse con un plan de presupuesto presentado a los legisladores, en este se incluyen los recaudos que el Estado hará vía impuestos y los gastos generales en los que incurrirá la nación.
En muchas economías se le exige al gobierno que los planes de gasto público no excedan determinado porcentaje del PIB para evitar déficits públicos exagerados que pongan en peligro la credibilidad del Estado frente a agencias internacionales inversores sobre su capacidad para hacer frente a las deudas.
El gasto público hace parte de la política fiscal del gobierno por lo que está ampliamente relacionado con el cobro de impuestos y la destinación que se da al gasto público es muy importante para el funcionamiento correcto de la economía.
Cuando el gasto público excede la recaudación de impuestos e ingresos del Estado, este incurre en déficit público.
Perspectivas económicas frente al gasto del Estado
En las economías de mercado existe un debate amplio sobre cómo debe gestionarse el gasto público.
Los partidarios de las economías mixtas, en concreto el socialismo democrático y los economistas keynesianos, consideran que el gasto del Estado debe ser amplio, de forma que dinamice a los demás sectores económicos y corrigiendo los fallos de mercado con subsidios a las personas más pobres, educación pública, sistemas de salud subsidiados en función relativa a los ingresos ciudadanos y gastos en infraestructura, ciencia y tecnología.
Los defensores de una economía capitalista pura o libre, en este caso los pensadores neoclásicos y de la escuela económica austríaca, consideran que el Estado debe ser mínimo, por lo cual su influencia en la economía debe estar limitada tanto como se pueda, pues consideran que las intervenciones del Estado en la economía mediante gastos y redistribuciones distorsionan el estado natural de incentivos de la economía y generan fallos de mercado. En este sentido, el economista estadounidense Milton Friedman argumentaba que si no hubiesen escuelas públicas, los padres de familia serían libres de enviar a sus hijos a las escuelas que deseasen, generando competencia entre las escuelas privadas lo cual, a su juicio, mejoraba la calidad educativa.
¿Qué sucede cuando el gasto público es demasiado alto?
Cuando el gasto público es demasiado alto, el Estado incurre en déficit fiscal, es decir ingresa menos al sistema de lo que gasta. Este déficit es un saldo en rojo que debe ser cubierto, y generalmente se hace pidiendo dinero prestado tanto fuera como dentro del país.
Si el Estado incurre en déficits demasiado altos, las sumas que tendrá que pedir prestadas serán mayores, lo cual significa un mayor riesgo para los prestamistas, por lo que estos cobrarán intereses más altos al servicio de deuda. Todo esto genera un impacto fuertemente negativo para las economías nacionales, por lo que los ciudadanos tendrán, en un futuro, que pagar más impuestos para que el Estado pueda hacer frente al pago de su deuda. Con mayores impuestos la economía puede desacelerarse fuertemente si la producción nacional no es lo suficientemente alta como para hacer frente al pago de impuestos elevados.
Evolución del gasto público en los países desarrollados
A medida que las economías se desarrollan su sector público tiende a crecer, así como la necesidad de una mayor redistribución de la riqueza generada. Según el portal de análisis económico Datos Macro, países como Dinamarca, Noruega, Finlandia, Suecia y Francia tienen altos niveles de gasto público así como impuestos para hacer frente a estos niveles de gasto. Esto es posible porque sus economías se han desarrollado de manera suficientemente como para poder hacer frente a elevadas prestaciones sociales.
En este contexto tenemos que Dinamarca tiene un gasto público que representa el 51 por ciento de su PIB, mientras que en países como Indonesia, Haití o Filipinas el gasto público no representa más del 20% del PIB.
Por otra parte países como China han tratado de impulsar el gasto público en un intento por dinamizar la economía, dirigiendo el gasto hacia sectores estratégicos como la tecnología, el comercio y las telecomunicaciones. Así mismo Estados Unidos y la Unión Europea han hecho uso del gasto público para apoyar a sectores económicos de importancia vital como la agricultura, brindando amplios subsidios a las empresas dedicadas a la producción de alimentos.
El país con más gasto público del mundo como porcentaje de su PIB es Tuvalú, con un gasto del 125 % del PIB. El país que menos gasto público tiene en relación con su PIB es Guatemala con un gasto del 12% del PIB.
Gasto público en educación
El país que más gasta en educación por estudiante es Noruega con un gasto per cápita anual de más de 5.000 euros. El país que menos gasta en educación por alumno es Guyana, con un gasto per cápita de (promediado) de 0 euros anuales.
Con información de Datos Macro.