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¿Qué es la economía naranja que promueve Iván Duque?

Economía naranja qué es

La economía colombiana no atraviesa un buen momento y el mundo lo sabe. Las agencias calificadoras de riesgo están al borde de declarar la deuda colombiana como deuda basura debido a las inestabilidades macroeconómicas del país. La dependencia del petróleo y demás materias primas hacen que muchos economistas y analistas financieros se pregunten para dónde va el país. ¿Y la respuesta? La respuesta no es sencilla, pero el presidente Iván Duque quiere dar una idea de cómo podría lucir el futuro. ¿Es esta apuesta sostenible? Vamos a verlo.

Inspirado en su trabajo en el Banco Interamericano de Desarrollo, el presidente colombiano profundizó en un concepto originado en los noventa: el concepto de economía naranja, para dar nombre a una nuevo tipo de economía que podría jalonar el desarrollo nacional de Colombia. El concepto es atractivo y el potencial para Colombia puede ser bastante significativo, pero hay desafíos en el camino antes de desarrollar una economía naranja importante y la apuesta por este tipo de desarrollo es a largo plazo, lo cual hace que su implementación no sea para nada fácil.

Camilo Granada, Analista de la Revista Dinero, hizo un análisis de este concepto a principios de 2019, destacando los beneficios de esta apuesta. Esto es lo que dijo:  «El concepto empezó a usarse hace un poco más de 20 años con la intención de destacar la importancia de la cultura, las ideas, la innovación en la economía. Se le denominó como la economía creativa. Es una mezcla de actividades tradicionales, como el libro, el arte, el teatro, el cine, el patrimonio, con actividades nuevas surgidas de la tecnología, como los videojuegos, los programas de computador de entretenimiento y la transformación que esas tecnologías traen a sectores como la prensa o la televisión. En esencia, es toda actividad que desarrolla el talento creativo con fines comerciales.»

En Colombia, según la Cuenta Satélite de Cultura del DANE(Departamento Administrativo Nacional de Estadística) este tipo de economía representaba el 1% del PIB y apenas cerca de 300.000 empleos. Sin embargo, estas cifras cobran mayor importancia cuando se incluye el impacto de este tipo de actividades sobre el turismo o la gastronomía. Hoy, 15 meses después de que el presidente Iván Duque ha asumido los destinos del país, la pregunta es si este tipo de economía puede convertirse en la nueva locomotora del país e incentivar el crecimiento de la economía nacional.

Juan Manuel Santos desarrolló su estrategia económica en lo que denominó «las locomotoras mineras». Sin embargo, estas tampoco generaron un gran impacto en el desarrollo nacional, ya que para el momento en que Santos gobierna, la economía china – que demanda las materias primas y los bienes generados por la minería- empieza a desacelerarse fuertemente.

Emprendimientos creativos

Ejemplos de la economía naranja son las aplicaciones tecnológicas de economía colaborativa como Rappi, Uber, entre otras, así como las actividades artísticas y culturales que atraen el turismo como la Feria de las Flores o la Feria de Cali, entre otras.

Todos los emprendimientos creativos que se desarrollen en torno a la innovación hacen parte de lo que se denomina «economía naranja». Sin embargo, las cifras de crecimiento de la economía colombiana parecen no dar cuenta de este supuesto desarrollo.

En la última reforma tributaria, el ejecutivo de Iván Duque bajó los impuestos a las empresas nacientes para este sector. Aún así, el crecimiento económico en el tercer trimestre de 2019 estuvo jalonado por el sector financiero y el comercio o reventa de importaciones. La balanza comercial registró un déficit de más de 7000 millones de dólares y el crecimiento de la industria fue de apenas 1.5%, de acuerdo a las cifras proporcionadas por el DANE.

En este contexto vemos que la economía naranja sigue sin despegar, los esfuerzos de los creativos son soslayados y poco apoyados por el gobierno nacional o no alcanzan a generar el suficiente valor agregado para dar dinamismo a los diferentes sectores de la economía.

Un replanteamiento de la economía

Así, en este escenario, el gobierno de Iván Duque debe replantearse su estrategia de crecimiento. Las oportunidades de desarrollo que trae consigo la economía naranja muchas veces vienen atadas a la transferencia de tecnologías compradas afuera y no al desarrollo de tecnologías propias a nivel nacional. Por esto es que cobra vital importancia la petición de muchos sectores estudiantiles y universitarios para que el gobierno nacional aumente su presupuesto para ciencia y tecnología. Actualmente el presupuesto de Ciencia y Tecnología es de apenas 70.000 millones de pesos, cuando el gobierno nacional había prometido 360.000 millones de pesos. Y aún así, ese presupuesto planteado- de 360.000 millones – resulta bastante incipiente para enfrentar los desafíos de desarrollo científico y tecnológico que necesita Colombia para hacer frente a los desafíos del mundo contemporáneo.

La Universidad de Antioquia señaló que este presupuesto- el que prometía el gobierno- se quedaba bastante corto frente a los desafíos que enfrenta el país a nivel internacional y más en un escenario de desaceleración global en el marco de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Para Colciencias el país está muy por debajo de lo que debería invertir en materia de Ciencia y Tecnología, nada menos que la cifra de un 2 billones de pesos – y el gobierno de Duque no está invirtiendo ni siquiera la décima parte de esto para este sector.

Hasta el momento las propuestas de economía naranja se han centrado en apoyar iniciativas y programas como INNpulsa, Fondo Emprender del Sena y los programas del Ministerio de Cultura, además de otorgar exenciones fiscales a los sectores creativos, esperando que el mercado responda por sí solo a los incentivos.

De esta forma Iván Duque y su gobierno están desaprovechando las oportunidades que brinda la Cuarta Revolución Industrial y su aplicación a nivel global para lograr un auténtico desarrollo que saque al país de la dependencia de materias primas y combustibles – los cuales muy seguramente ya no se comercializarán en unos veinte años por cuenta de la lucha internacional contra el cambio climático.

Oportunidades que todavía se pueden aprovechar

El 21 de noviembre de 2019 los estudiantes universitarios y los colectivos de emprendedores creativos, artistas, diseñadores, y de otros sectores de la economía, se manifestaron en las calles haciendo parte de una marcha nacional contra el gobierno. Si bien la convocatoria de la marcha se centraba en la oposición a ciertas reformas del gobierno, las demandas de los estudiantes y los sectores creativos se centraron en que el gobierno aumente sustancialmente el presupuesto para Ciencia y Tecnología, y también para la educación.

Si el gobierno nacional hace caso a las demandas de los protestantes y reestructura su apuesta económica y de desarrollo para el país, muy seguramente empezaríamos a ver grandes innovaciones comercializándose en dos o tres años, innovaciones que generarán empleos en el sector productivo de la economía real y harían que el país dejará de depender tanto de las importaciones para acceder a las tecnologías que demanda para el entretenimiento, la satisfacción de necesidades y la producción de los sectores industriales.

Por tanto es vital que el gobierno nacional asuma el compromiso de dar más recursos a la Ciencia y la Tecnología, especialmente a los grupos de investigación de Colciencias que tienen la capacidad suficiente para desarrollar innovaciones y aportes que se pueden replicar en los sectores productivos. Si esto se logra empezaremos a caminar la senda de los tigres asiáticos (Singapur, Corea del Sur, Taiwán y Hong Kong), países que se desarrollaron ampliamente al desarrollar manufacturas y bienes de alto valor agregado en un escenario internacional que demandaba y ansiaba este tipo de innovaciones, y por supuesto la gente nunca se cansará de las innovaciones que faciliten y mejoren sus vidas.

Con información de la Revista Dinero.

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