Mastodon Un gran programa de gasto público hará que el boom de Biden perdure, señala Paul Krugman
Opinión

Un gran programa de gasto público hará que el boom de Biden perdure, señala Paul Krugman

Esta semana por fin se aprobó el paquete de alivio económico en el Congreso de los Estados Unidos. A penas el día de ayer 11 de marzo, el presidente Joe Biden firmaba la ley que hacía de este paquete de alivio, también denominado paquete de estímulo económico, una realidad.

Como consecuencia de los últimos eventos que se han venido dando en Washington es probable que veamos una rápida recuperación económica de los Estados Unidos, al menos así lo han dicho los medios de comunicación. CNBC reportó a principios de marzo que la economía estadounidense estaba creciendo a una tasa anualizada del 10%, todo un récord que marca el principio de lo que será una rápida puesta en marcha de la economía. Pero la pregunta subyacente a todo esto es ¿Qué seguirá después del boom? El economista estadounidense Paul Krugman ha tratado de responder esta pregunta en una reciente columna para el New York Times que reproducimos a continuación:

Finalmente amanece en los Estados Unidos. Las personas están siendo vacunadas a una tasa de dos millones por día y el número sigue aumentando, sugiriendo que la pandemia será dejada atrás en la historia dentro de unos pocos meses, a menos que una reapertura prematura o de variantes mayormente inmunes a las actuales vacunas empiecen otra ola de contagios. Los Centros para el Control de enfermedades de hecho ya han declarado que los adultos ya vacunados pueden mezclarse fe forma segura entre sí, con sus hijos y con sus nietos.

En el frente económico, el senado ha aprobado el paquete de alivio económico que debería ayudar a los estadounidenses a salir adelante en medio de los difíciles meses que aún quedan, dejándolos listos para empezar a trabajar y consumir de nuevo, y el paquete seguramente se convertirá en ley dentro de unos pocos días (al momento de la presente traducción de esta columna, el paquete de alivio fiscal ya se había convertido en ley).

Los economistas se han dado cuenta de las buenas noticias. Los pronosticadores entrevistados por Bloomberg predicen una tasa de crecimiento del 5.5% del PIB estadounidense para este año, la tasa más alta desde los años noventa. Yo creo que sus estimaciones son algo conservadoras, de manera que Goldman Sachs de hecho estima que el crecimiento será del 7.7%, algo que no se había visto desde 1984,

Pero luego del crecimiento que veremos este año ¿Qué es lo que sigue? Soy muy optimista sobre los prospectos para la economía durante el año que viene y los dos años siguientes. Pero más allá de eso, nosotros vamos a necesitar otra gran iniciativa política para mantener los buenos tiempos en movimiento.

El Plan de Rescate del presidente Biden para la economía estadounidense es lo que su mismo nombre implica. Es una medida de corto plazo destinada a enfrentar una emergencia económica, en este caso la emergencia económica causada por el coronavirus. Hay algunos elementos de este paquete de alivio que los demócratas esperan que se vuelvan permanentes, como los créditos de impuestos para las familias con hijos, los subsidios para el aseguramiento en salud, pero aún así el monto de gasto más grande de este paquete se desvanecerá justo dentro de un año.

Y una vez que el gran gasto gubernamental haya pasado, probablemente nos vamos a encontrar en una condición denominada “estancamiento secular”, un viejo concepto que ha sido revivido por Larry Summers. Yo sé que esta es una pieza oscura de la jerga económica, pero lo que el estancamiento secular significa es una condición donde la economía se encuentra de manera persistente en dificultades para alcanzar el pleno empleo, incluso cuando hay tasas de interés muy bajas por parte de la Reserva Federal. Una economía que se encuentra en un estado de estancamiento secular solo tendrá tiempos buenos ocasionales, pero los políticos encontrarán difícil compensar las malas noticias de la economía, como por ejemplo el estallido de una burbuja financiera.

Este es un mal lugar. Hay un creciente consenso entre los economistas de los Estados Unidos de que la economía ha pasado más de una década, desde la crisis financiera de 2008, gastando menos y produciendo menos de lo que debería. Nosotros podríamos haber llegado finalmente al pleno empleo en la víspera de la pandemia, pero incluso eso no es claro ahora.

Exactamente por qué nosotros nos encontramos ahora mismo en esta condición es un tema que es objeto de debate, pero algunos factores son obvios. Una drástica ralentización en el crecimiento entre las personas en edad de trabajar ha reducido la demanda de inversión, en lo que aparentemente es un desajuste frente al paso que ha seguido el progreso tecnológico. Cualquiera que sean las razones, la economía pre-pandémica pasó la mayor parte de su tiempo desempeñándose por debajo de su potencial.

Y los mercados financieros están señalando que esperan un retorno a este sub-desempeño, una vez que el Boom del rescate de Biden haya pasado. En estos días, las tasas de interés son un barómetro para el optimismo, y las tasas de interés se moverán hacia arriba cuando el plan de rescate económico se haya movido hacia su línea final.

Lo que los mercados nos están diciendo es, en efecto, es que después del boom, ellos esperan un retorno del estancamiento, lo cual sería de nuevo un mal lugar en el que podríamos estar. ¿Cómo podríamos evitar esto?

La respuesta de hecho es obvia: Un gran programa de inversión pública, pagado en gran parte con en endeudamiento, aunque también con nuevos impuestos, si es destinado a ser realmente grande. Tal programa sería una doble obligación. Haciendo a un lado la macroeconomía, nosotros necesitamos gastar mucho para restaurar la infraestructura que se está derrumbando, para luchar contra el cambio climático y para hacer muchas cosas más. Y la inversión pública puede ser también una gran fuerte de empleos y crecimiento, ayudándonos a salir de la trampa del estancamiento.

La buena noticia es ue los economistas de la administración Biden entienden esto perfectamente bien, y que por todos los medios ellos están intentando articular un plan muy ambicioso de infraestructura.

La mala noticia es que lograr poner ese plan en marcha será políticamente difícil- probablemente más difícil que conseguir un sí al plan de rescate económico de corto plazo.

En una democracia que se encuentre funcionando bien, articular este plan de gran inversión no sería difícil. “Cada parte de evidencia mediante encuestas que he recabado”, escribió Frank Newport de Gallup, “muestra que los estadounidenses son entusiastas de una nueva legislación del gobierno para promover la infraestructura”, y recuerda que la administración de Trump pasó cuatro años prometiendo un plan de acción frente a este problema, aunque nunca entregó nada.

Pero también cada muestra de evidencia que yo he recabado también muestra que los estadounidenses – incluidos muchos republicanos – apoyaron el plan estadounidense de rescate. Aún así, ni un solo republicano elegido votó por este plan.

Los republicanos probablemente ofrecerán un bloqueo similar a cualquier propuesta de los demócratas en infraestructura. De hecho, la amplia popularidad del gasto en infraestructura endurecerá su oposición, porque lo que ellos quieren, sobre todo, es hacer que la administración de Biden sea un fracaso.

De manera que la gran pregunta es si los demócratas pueden sacar adelante otro milagro político, y pasar una segunda ronda de legislación económica crucial frente a la fuerte oposición de republicanos.

La respuesta a esta pregunta determinará si el boom económico que generará la administración Biden podrá durar.

Con información del New York Times.

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