Recientemente, ha habido mucho debate sobre si deberían existir los multimillonarios, una idea popularizada por la congresista Alexandria Ocasio-Cortez. Sin embargo, para el ex presidente ejecutivo e inversor de Alphabet, Eric Schmidt, que tiene una fortuna de USD 17 mil millones, la idea de que la riqueza extrema es un fracaso moral es reduccionista y desacertada.
En una larga historia de Instagram, publicada el 25 de noviembre, Ocasio-Cortez escribió: “La cuestión de los multimillonarios se trata menos de ser un individuo ‘bueno’ o ‘malo’ y más de la inmoralidad de un sistema y una economía que no solo permite el abuso de la gente común, pero finalmente recompensa a los poderosos”.
“Probablemente todos estaríamos mejor dedicando más tiempo a comprender las contribuciones hechas por individuos específicos y no a hacer generalizaciones sobre nadie”, dijo Schmidt a Eben Shapiro, el editor adjunto de Time, en una entrevista sobre su iniciativa filantrópica, Schmidt Futures, y otros temas, publicados el domingo 29 de noviembre.
Shapiro le había pedido a Schmidt, quien es famoso por ser el CEO de Google de 2001 a 2011, que respondiera al eslogan: “Cada multimillonario es un fracaso político”, una idea que Ocasio-Cortez adoptó del asesor político, Dan Riffle, con quien trabajaba poco después de llegar a la Cámara de Representantes.
Según Ocasio Cortez, un sistema que permite la existencia de multimillonarios es inmoral. “No creo que eso signifique necesariamente que todos los multimillonarios sean inmorales”, dijo en un evento en la ciudad de Nueva York en enero de 2019, y mencionó a los filántropos multimillonarios Bill Gates y Warren Buffett. Pero, Ocasio-Cortez dijo: es “incorrecto” que los multimillonarios existan cuando también existe la pobreza extrema, cuando “en partes de Alabama … la gente todavía contrae tiña porque no tiene acceso a la salud pública”.
Además de su carrera en tecnología co Google, Schmidt cofundó Schmidt Futures con su esposa, Wendy, en 2017. Según su sitio web, Schmidt Futures “encuentra personas excepcionales y las ayuda a hacer más por los demás mientras promueve enfoques innovadores para la resolución de problemas en todo el mundo y a lo largo de distintas disciplinas. Más recientemente, en noviembre, la organización lanzó Rise, un programa para apoyar a los adolescentes, en asociación con Rhodes Trust (mejor conocido por su Beca Rhodes).
Shapiro también le preguntó a Schmidt si conocía el libro “Los ganadores se lo llevan todo: la farsa de la élite que está cambiando el mundo’”, un libro de Anand Giridharadas. El libro, dijo Shapiro, afirma “que personas como usted usan la filantropía para aliviar la presión social, pero también dan forma al cambio de una manera que continuará beneficiándolos”.
“Ciertamente ese no es mi objetivo”, dijo Schmidt a Shapiro.
“¿Qué he hecho en mi carrera? Básicamente, conecté el mundo en red y puse información en manos de todos. Te desafío a argumentar en contra de hacer que la persona promedio sea más inteligente”, dijo Schmidt. “Esa es presumiblemente una estrategia no elitista, ¿verdad?
“Y además diría que si nos fijamos en los filántropos de la [década de 1860], Rockefeller y esos tipos, en general eran odiados. Pero las instituciones que dejaron han tenido un gran valor para la sociedad”.
Uno de los famosos barones ladrones del siglo XIX (magnates a los que se consideraba que utilizaban métodos sin escrúpulos para construir su fortuna), John D. Rockefeller ganó su dinero con los ferrocarriles y el petróleo. Pero también dio grandes cantidades de dinero a varias instituciones, incluida la Universidad de Chicago; el Instituto Rockefeller de Investigación Médica, ahora Universidad Rockefeller; y la Comisión Sanitaria Rockefeller, que ayudó a erradicar la anquilostomiasis en el sur a principios del siglo XX.
En noviembre, Ocasio Cortez, que también apoya tasas impositivas más altas para los ricos, fue reelegida para un segundo mandato en representación del distrito 14 del Congreso de Nueva York.
Con información de Business Insider y CNBC.