La Corte Suprema de Canadá ha fallado que el gobierno federal puede imponer un precio a las emisiones de carbono a lo largo del país, algo que que va contra los deseos de algunos gobiernos provinciales. El fallo ha señalado que “las causas del cambio climático van más allá de las fronteras provinciales y que son un asunto de preocupación nacional”.
El fallo será visto como una reivindicación para el partido liberal del actual primer ministro Justin Trudeau, el cual ha hecho de la lucha contra el cambio climático una pieza central de su discurso por la reelección en 2019 y en diciembre se comprometió a que el país – el más grande exportador de petróleo a los Estados Unidos, logrará tener cero emisiones de carbono para el 2050.
Una amenaza existencial a la vida humana en Canadá
La decisión de una mayoría de seis a tres descartó un desafío a las nuevas colocaciones de precios al carbono por parte de las provincias ricas en petróleo de Alberta y Saskatchewan, las cuales recibieron el apoyo de la conservadora Ontario en su argumento de que el gobierno federal y su ley de precios de 2018 pasaba por alto su jurisdicción.
La corte dijo que había un amplio consenso entre la comunidad de expertos internacionales de que los precios al carbono son una medida esencial para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Esta asunto es crítico en nuestra respuesta a una amenaza existencial a la vida humana en Canadá y alrededor del mundo”, dijo la Corte.
Se encuentra bien establecido que el cambio climático está causando un daño económico, ambiental y humano significativo, tanto a nivel nacional como internacional.
La contaminación no puede ser gratis
Jonathan Wilskinson, el ministro de medio ambiente y cambio climático de Canadá, dijo que el fallo afirmaba los impactos que los canadienses están experimentando debido al cambio climático, sin importar donde ellos vivan… y que el gobierno federal no puede continuar asegurando que la contaminación sea gratis”.
Al justificar el derecho del gobierno federal a establecer precios a las emisiones de carbono, la corte dijo que los impactos climáticos podrían dejar afectadas de forma desproporcional a las comunidades más vulnerables.
“Es altamente reconocido que el cambio climático está causando daños significativos a nivel humano, económico y ambiental, tanto a nivel nacional como internacional, con impactos especialmente altos en las regiones árticas y costeras, así como afectando a las comunidades indígenas”, dijo la Corte.
El impacto en estos intereses justifica las limitaciones constitucionales a las jurisdicciones provinciales.
Cumpliendo las promesas del 2015
El gobierno de Trudeau, el cual llegó al poder en el 2015, puso en marcha una legislación contra las emisiones de carbono en el 2018 y el año pasado dijo que el precio base de las emisiones carbono se incrementaría desde 30 dólares canadienses por tonelada hasta los 170 dólares por tonelada en el 2030, uno de los regímenes de precios a las emisiones de carbono más agresivos del mundo.
En diciembre el gobierno delineó un plan para entregar una economía con cero emisiones de carbono para el 2050 y dijo que Canadá podría exceder sus objetivos en el acuerdo climático de París con el fin de reducir sus emisiones de efecto invernadero a un 30 por ciento por debajo de los niveles de 2005 para el año 2030.
El ministro de recursos naturales de Canadá, Seamus O’Regan, tuiteó después del fallo que el precio al carbono era “una pequeña herramienta basada en el mercado para salvar el medio ambiente que articulaba la habilidad del mercado para innovar. Es estable, predecible, y 100 por ciento constitucional. De manera que continuemos adelante.
Aunque el fallo afirmó la autoridad del gobierno federal para colocar precios al carbón, las provincias todavía pueden establecer sus propios precios si estos exceden aquellos establecidos desde Ottawa. Al permitir esta libertad de acción, el fallo pudo “obtener un buen arreglo”, dijo Andrew Leach, un economista ambiental y de energía, que es profesor en la Universidad de Alberta.
“Pero la batalla para detener esta parte de la legislación ha terminado”, añadió Leah, diciendo que pone a Canadá firmemente en la vanguardia de la lucha internacional contra el cambio climático.
La fuerte oposición de los conservadores
El gobierno de Trudeau ha enfrentado una fuerte oposición a sus planes de acción sobre el cambio climático, especialmente en las provincias gobernadas por políticos de centro derecha como Alberta y Saskatchewan donde la producción de combustibles fósiles es una fuente principal de exportaciones y de ingresos.
Alberta tiene su propios esquema de colocación de precios al carbono, pero se aplica a los grandes emisores industriales, no en todo la cadena económica.
Los políticos en Alberta reaccionaron con mucho enojo al principio de este año cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, finalmente canceló el oleoducto Keystone XL que iría desde las arenas bituminosas de Canadá hasta el Golfo de México, y acusaron al gobierno federal de no defender los intereses energéticos de Canadá.
A principios de este mes, miembros del partido conservador federal de oposición votaron contra la adición de nuevas políticas verdes en su agenda y lenguaje diciendo que el “cambio climático es real”. El partido ha prometido evitar la colocación de precios nacionales al carbono.
Con información del Financial Times.