Las compañías estadounidenses todavía ven el mercado de consumo chino como «una gran oportunidad» a pesar de las crecientes tensiones, según informa la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Shanghai.
Las empresas estadounidenses están ignorando las amenazas de Donald Trump de «desacoplarse» de China y repatriar la fabricación a Estados Unidos, según una encuesta realizada a más de 200 empresas con operaciones en el país asiático.
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La Cámara de Comercio Estadounidense en Shanghai descubrió que menos del 4 por ciento de los encuestados estaban reubicando parte de la capacidad de producción de regreso a los EE. UU.
La mayoría de las empresas, más del 70 por ciento, no tenía planes de trasladar ninguna fabricación fuera de China a pesar de los aranceles más altos por cuenta de la la guerra comercial de larga duración de Trump con la segunda economía más grande del mundo.
“El Covid-19 golpeó duramente a la economía china a principios de 2020, pero la recuperación fue rápida”, dijo Ker Gibbs, presidente de la cámara, el martes. “Las empresas estadounidenses todavía ven el mercado de consumo de China como una gran oportunidad”.
A principios de esta semana, Trump reiteró su entusiasmo por “desvincular” las dos economías más grandes y estrechamente integradas del mundo. “Si no hiciéramos negocios con [China], no perderíamos miles de millones de dólares”, dijo Trump. “Haremos de Estados Unidos la superpotencia manufacturera del mundo y acabaremos con nuestra dependencia de China de una vez por todas”.
De hecho lo que Trump está haciendo es poner a Beijing en el centro de su batalla por la reelección contra Joe Biden, al culpar a la administración del presidente chino Xi Jinping por el coronavirus y sus devastadoras consecuencias económicas en Estados Unidos. “La agenda de Joe Biden está hecha por China”, dijo el martes el presidente de Estados Unidos en un mitin de campaña. “Mi agenda está hecha en los Estados Unidos”.
Según la encuesta, el rápido deterioro de las relaciones chino-estadounidense es ahora la mayor preocupación de las empresas estadounidenses, eclipsando por primera vez los temores perennes sobre un crecimiento económico más lento de China, la competencia interna y la protección de la propiedad intelectual.
“La tensión geopolítica es la principal preocupación entre los gerentes de operaciones comerciales, lo cual es notable”, dijo Gibbs.
Mark Gilbraith de PwC China, la firma de servicios profesionales que ayudó a realizar la encuesta, dijo: “A las empresas estadounidenses en China les gustaría que los dos países resolvieran sus problemas pendientes rápidamente y redujeran las tensiones”.
“La dinámica causada por la pandemia junto con las incertidumbres en torno a las tensiones comerciales, la fuerte competencia local y. . . El cambio regulatorio realmente ha puesto a prueba la gestión de las multinacionales estadounidenses que operan en China”.
La economía china ha mostrado signos de que se ha recuperado en gran medida de la pandemia de coronavirus. La Administración General de Aduanas de China informó esta semana un aumento interanual de casi un 10 por ciento en las exportaciones el mes pasado, lo que subraya la rapidez con que el país se ha recuperado de la pandemia en comparación con Estados Unidos.
La participación total de China en las exportaciones mundiales ha aumentado en los últimos meses a más del 17%, en comparación con menos del 14% en 2019.
China también continúa acumulando grandes superávits comerciales bilaterales mensuales con EE. UU., superávits que Trump esperaba que el acuerdo comercial de “fase uno” de los dos países, firmado en enero antes de la erupción del coronavirus en el centro de China, ayudaría a reducir, cosa que evidentemente no ha sucedido.
Con información del Financial Times.
