Análisis

El nuevo capitalismo que implantó Trump en los Estados Unidos

Trump y Rupert Murdoch

Hace unas semanas el presidente de los Estados Unidos Donald Trump señaló que la empresa ByteDance había llegado a un acuerdo con la compañía americana de software Oracle para la compra de la aplicación TikTok por parte de esta última empresa. Trump había dicho anteriormente que TikTok (aplicación que es propiedad de ByteDance) sería prohibida en los Estados Unidos a menos que llegara a un acuerdo para ceder sus operaciones en Estados Unidos a una firma estadounidense.

El acuerdo logrado con Oracle, aunque al parecer no se ha confirmado si es definitivo, marca un punto de inflexión en el capitalismo americano. Se trata de una nueva forma de capitalismo y así lo han señalado importantes economistas como Anne O. Krueger, quien fue economista jefe del Banco Mundial durante el periodo de 1982 a 1986.

¿Por qué se trata de una nueva forma de capitalismo, al menos en Estados Unidos?

No son pocas las voces que han señalado el acuerdo de TikTok y Oracle como crony capitalism, o capitalismo amiguista, en el que antes que la competitividad de una compañía y el cumplimiento de las reglas lo que cuenta para el progreso de una firma son sus conexiones políticas y así ha sido en el caso de Oracle.

Resulta que el director ejecutivo de Oracle, Larry Ellison “donó 250.000 dólares a un comité de acción política para el senador estadounidense Lindsey Graham de Carolina del Sur, uno de los aliados políticos más leales de Trump, el mismo día en que la empresa [de Ellison] anunció que había sido elegida como ‘proveedor de tecnología confiable’ de TikTok en EE.UU”, según señala Anne O Krueger en una columna reciente en Project Syndicate. Larry Ellison no solo es un republicano convencido, sino que es uno de los mejores amigos de Donald Trump en el mundo empresarial, así que aunque la primera oferta por TikTok la había realizado Microsoft, que era considerada como la empresa más adecuada para administrar TikTok en territorio estadounidense, la victoria en esta batalla fue para un amigo de Trump y resulta poco creíble que sus conexiones políticas no le hayan ayudado a alcanzar este acuerdo.

El capitalismo amiguista o crony capitalism ha sido estudiado como una característica propia del capitalismo en los países subdesarrollados así como de las naciones que emergieron tras la caída del bloque soviético como Rusia. En Rusia muchas empresas estatales fueron privatizadas tras la disolución de la URSS, sin embargo estas firmas no fueron puestas en manos de empresarios reconocidos por su competitividad e innovación, sino que cayeron en manos de grandes amigos de los políticos que dominaron el aparato estatal tras la disolución del bloque. De esta manera resulta comprensible cómo es que los grandes oligarcas rusos son amigos del presidente Vladimir Putin.

En otros países como México, el capitalismo amiguista se observó en su máxima expresión cuando el grupo Carso, cuyo accionista mayoritario es Carlos Slim Helú, adquirió la empresa estatal Telmex durante las privatizaciones emprendidas por el presidente Carlos Salinas de Gortari. Al momento de la adquisición se informó que el precio real de Telmex era de al menos 8.500 millones de dólares, aunque el Grupo Carso pagó al gobierno mexicano solo USD 1700 millones. El hecho de que uno de los requisitos de la compra era que la empresa Telmex quedara en manos de inversionistas mexicanos indicaría cierta favorabilidad del gobierno de Salinas a sus amigos en el sector privado.

En el caso estadounidense es también obvio este grado de amiguismo que ha llegado a instalarse en la primer economía del mundo tras la llegada de Donald Trump al poder. El amiguismo no solo se da por parte de empresas que buscan beneficios de Washington, sino cuando Washington busca determinada actitud o políticas por parte de una empresa. De esta manera la administración Trump ha sido selectiva al momento de presionar a empresas estadounidenses que querían instalarse en México, como Ford y Carrier, pero a las que se les amenazó de diversas formas para que mantuvieran sus plantas de producción en los Estados Unidos.

El 10 de enero de 2020, el medio USA Today informó que el capitalismo amiguista en los Estados Unidos hacía a este país más parecido a Rusia que a las economías altamente competitivas de la Unión Europea como Alemania y Reino Unido. USA Today señaló que Donald Trump presionó al ejército para que concediera un contrato a Microsoft en lugar de concederlo a Amazon de Jeff Bezos, pues Bezos es considerado un enemigo de Trump por ser uno de los accionistas más importantes del Washington Post, un medio ampliamente crítico de la administración Trump.

La amistad de Trump con las grandes corporaciones también ha llevado a que una de sus primeras políticas fuera la reducción de impuestos a estas firmas. Los republicanos saben que si apoyan los intereses de estas empresas, estas brindarán su apoyo financiero al partido en las siguientes elecciones.

Otro gran ejemplo es la amistad de Donald Trump con el millonario australiano Rupert Murdoch. Murdoch es el dueño de Fox y News Corp (medios que han sido muy favorables al discurso de Trump. Pues bien, mientras que una fusión de CNN Y AT&T recibió la oposición de Trump y del Departamento de Justicia, la fusión de algunas propiedades de Fox con Disney se concretó sin muchos problemas.

Si Donald Trump gana las elecciones de este 3 de Noviembre, el alcance de este capitalismo amiguista podría ser mucho mayor, representando un gran obstáculo para la competitividad de los Estados Unidos, en donde antes que los impuestos justos, la innovación, el cumplimiento de las reglas y el dinamismo de una compañía lo importante para concretar tratos aprobados por el gobierno sean las amistades. Este tipo de capitalismo es sin lugar a dudas nefasto para una economía como la estadounidense y sería un triste legado para las futuras generaciones.

Con información de USA Today y Project Syndicate.

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