El fuerte ascenso del dólar se ha posicionado para barrer con más de 10.000 millones de dólares de ganancias corporativas durante el tercer trimestre de 2022, según las estimaciones de los analistas. Esto añade mucha más presión a las compañías que ya se están enfrentando a los altos precios de los suministros y un pronóstico económico sombrío.
La fortaleza del dólar ha estado barriendo con las ganancias corporativas durante todo el año, llevándose a su paso a las compañías que hacen juguetes para niños al mismo tiempo que afecta a las que fabrican cigarrillos. La tendencia se está convirtiendo en algo más difícil de ignorar para los inversores en la medida en que las preocupaciones crecen sobre el impacto que esto tendrá en la demanda.
“Como inversor tú estás tratando de buscar claridad – ¿Se encuentra lo que estoy buscando en un problema de traslación o en un problema de demanda?”, dice Jack Caffrey, un administrador de portafolio en JPMorgan Asset Management.
El problema de traslación se refiere a la forma en que el dólar fuerte reduce el valor relativo de las ventas hechas en moneda extranjera cuando son convertidas de vuelta en dólares para los informes financieros trimestrales. Cuando se mide contra un grupo de otras monedas de naciones desarrolladas, el dólar ha incrementado su valor en un 17% durante los primeros tres trimestres, alcanzando su nivel más fuerte en 20 años.
Jonathan Golub, director de estrategia de acciones para Estados Unidos en Credit Suisse, estima que por cada ocho de cada diez puntos porcentuales de incremento en el índice del dólar, estos tienen efectos de traslación en el 1% de las ganancias por acción en todas las compañías del S&P 500.
Con ganancias estimadas de 480.000 millones de dólares antes de que la temporada de informes de ganancias empiece, los movimientos de este año podrían haber acabado con tres cuartos de las ganancias, o cerca de 10.000 millones de dólares.
Algunos inversores estiman que los efectos de traslación podrían ser incluso más altos. MIchael Walker, administrador de portafolio en Alliance Bernstein, sugirió que los movimientos de este año podrían barrer con cerca del tres por ciento de las ganancias del índice para el año.
Muchos inversores tienen la disposición de mirar a través de tales efectos si ellos están confiados en la fuerza subyacente de un negocio. Cuando Microsoft recortó sus pronósticos de ganancias en 500 millones a principios de este año, por ejemplo, sus acciones se recuperaron después de una breve caída y volvieron a territorio positivo en tan solo un día.
Más preocupante, sin embargo, es el potencial para que la demanda caiga en la medida en que los rivales que producen y venden en monedas más débiles ahora tienen productos que parecen más baratos en el mercado. Esto en comparación con los bienes y servicios que se producen en Estados Unidos.
Esto no es algo de lo que la gente haya hablado de manera suficiente durante los últimos años, de manera que podría ser un período desafortunado en el que las compañías tengan que recalibrar en la medida en que la información vaya llegando”,añadió Caffrey.
Walker de AllianceBernstein contrastó a Microsoft con su rival (de megacapitalización) Amazon, aunque ambas compañías se encuentran con sede en California, Microsoft establece precios para sus servicios de Azure en la nube en monedas locales, mientras que Amazon Web Services establece sus precios en dólares.
“Con las monedas desviándose y perdiendo su valor contra el dólar, podría parecer una ventaja competitiva para Microsoft, la cual está tomando un gran golpe traslacional, pero está eligiendo elevar los precios, Mientras que Amazon está efectivamente elevando sus precios para sus clientes alrededor del mundo[debido a las variaciones del dólar al alza]”.
No obstante, una razón clave para la reciente fortaleza del dólar es el pronóstico económico más brillante para Estados Unidos en comparación con otros países, lo cual significa que la demanda en los mercados internacionales podría caer incluso sin competencia adicional.
Cuando Levi Strauss reportó sus ganancias trimestrales en junio, la compañía también tuvo que soportar el golpe transaccional de un dólar fuerte, pero declaró que todavía tenía un “fuerte momentum” en Europa. Para el momento en que reportó las ganancias corporativas del tercer trimestre y otro impacto de moneda extranjera golpeó a la compañía este mes, el director ejecutivo Charles Bergh dijo que sus clientes mayoristas de Europa estaban “muy alerta” y predijo una mayor debilidad en la medida en que “el invierno comienza a llegar al continente”.
El índice de Goldman Sachs de compañías que generan la mayoría de sus ganancias en Estados Unidos cayó en 15 por ciento en los primeros tres trimestres del año, en comparación con un 30.5% de declive en el índice de compañías con una gran presencia internacional en el mismo periodo.
Al lado de un pronóstico económico ligeramente menos gris en Estados Unidos, la fuerza del dólar ha estado siendo animada por el rápido incremento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. Mientras que el dólar ha caído desde su punto más alto en septiembre en la medida en que los inversores han apostado por una desaceleración en el incremento de la Fed en sus tasas, una significativa debilidad del dólar es improbable hasta que la Fed comience a recortar sus tasas de interés. El Banco Central ha señalado que no está preparado para eso hasta que la inflación alcance su punto objetivo del dos por ciento.
Esta semana Apple predijo que los impactos de las tasas de cambio en su negocio podrían ser incluso peores a lo largo del resto del año, afectando a cerca de un 10 por ciento de sus ingresos para el próximo trimestre.
El jefe financiero de Apple, Luca Maestri, dijo que el dólar, era un “factor muy significativo”, señalando que ya ha incrementado sus precios en algunos mercados internacionales para mantener sus márgenes de ganancias.
“En este punto, para ver cualquier cambio en el pronóstico del dólar, tú necesitarías ver que la Fed haga un cambio y necesitaríamos ver una serie de registros de mes tras mes de la inflación perdiendo su momentum”, dijo Mazen Issa, una estratega de TD Securities. “Ninguna de estas cosas sucederán pronto”.
Con información del Financial Times.