Recientemente el famoso inversor George Soros publicó una editorial en el Wall Street Journal en la que detallaba, según él, por qué la guerra comercial es la única política sobresaliente del Gobierno de Estados Unidos y por qué Donald Trump no debería ceder ante las ambiciones de China de revisar las relaciones comerciales con Estados Unidos a cambio de condiciones más favorables para el gigante tecnológico Huawei.
Las razones que esgrime George Soros son las siguientes:
1. Estados Unidos está perdiendo su hegemonía global y los aranceles son una forma efectiva de contener una competencia desleal por parte de China, país que no ha abierto sus mercados a las exportaciones estadounidenses y que además ha echado mano de prácticas como el dumping (vender por debajo de los costos de producción) para lograr arrasar a su competencia y quedarse con importantes mercados.
2. Si Estados Unidos deja que Huawei avance en sus sistemas de desarrollo de redes 5G, estará permitiendo que China gane una ventaja comparativa importante frente a Estados Unidos, al tiempo que se le dará vía libre a Huawei para que continué siendo el brazo del espionaje del gobierno chino, acusaciones que el gigante tecnológico ha negado en repetidas ocasiones.
3. Si China logra dominar el mercado de las redes 5G y de la inteligencia artificial, así como los desarrollos de la Cuarta Revolución Industrial, pronto los regímenes autoritarios del mundo querrán importar la tecnología china para controlar a la población del mismo modo que China ya lo ha empezado a hacer, con su sistema de calificaciones a los ciudadanos. De esta forma se minaría la democracia a nivel internacional y el mundo sería moldeado por la imagen autoritaria de China.
A continuación reproducimos la columna de George Soros en el Wall Street Journal:
«El más grande – quizás el único – logro de la política exterior estadounidense bajo la administración de Donald Trump, ha sido el desarrollo de una política bipartisana coherente hacia la China de Xi Jinping. La administración de Trump, correctamente declaró a Beijing como un rival estratégico y colocó a Huawei, la multinacional China de telecomunicaciones, en la lista de entidades prohibidas por el departamento de Comercio, la denominada «entity list», es decir señaló a Huawei como una amenaza a la seguridad nacional estadounidense. Lo cual previene que compañías estadounidenses hagan negocios con Huawei.
China es un peligroso rival en Inteligencia artificial y machine learning. Pero por ahora todavía depende de 30 compañías que le suministran a Huawei los componentes centrales que necesita para competir en el mercado de las redes 5G. Por el tiempo que Huawei permanezca en la ‘entity list’, carecerá de la tecnología crucial y será seriamente debilitada.
Los años que vienen, por lo tanto, serán determinantes para decidir qué nación, si Estados Unidos o China, ganará la carrera por las redes 5G. La actual situación favorece fuertemente a Estados Unidos. Sin embargo, el presidente Trump podría pronto minar su propia política sobre China y ceder esta ventaja a Beijing.
El representante republicano Mike Gallagher introdujo una enmienda en Julio al Acta de Autorización de Defensa Nacional que le prohibiría al presidente remover a Huawei de la ‘entity list’ sin la aprobación del Congreso. El senador Mitt Romney, introdujo una enmienda similar en el senado. El presidente Trump quiere remover estas ataduras. A mis ojos, el quiere lograr una reunión con el presidente Xi Jinping en la medida en que la elección del 2020 se acerca y hacer un acuerdo comercial con él, y él quiere que el estatus de Huawei esté en la mesa como un elemento de las negociaciones.
Esta no sería la primera vez que Trump hace una concesión mal concebida frente a China. El año pasado él levantó las restricciones a ZTE, el pequeño rival de Huawei, después de que había evadido las sanciones de Estados Unidos. Si él le da a Huawei un acuerdo similar, removiendo a la empresa de la lista de entidades prohibidas como parte de un acuerdo comercial. la compañía podría consolidar su posición de liderazgo en el mercado de las redes 5G.
Es difícil saber qué es lo que está motivando exactamente al presidente Trump, pero parece ser que él está desesperado por hacer un acuerdo comercial con el presidente Xi para impulsar el mercado bursátil de los Estados Unidos, y mejorar el estado de la economía para mejorar sus probabilidades de re-elección colocando sus intereses electorales por encima de los intereses de los Estados Unidos.
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El Congreso debe evitar que esto pase. El propio Consejo de Seguridad Nacional del Departamento de Defensa reconoce que Huawei representa una grave amenaza para Estados Unidos. Si los republicanos permiten que Trump rescate al gigante de las telecomunicaciones chino, ellos estarán abdicando en sus más básicas responsabilidades democráticas.
Como fundador de la Fundación Open Society, mi interés en derrotar a la China de Xi Jinping va más allá de los intereses nacionales de Estados Unidos. Como lo expliqué en un discurso en Davos, a principios de este año, creo que el sistema de créditos sociales que Beijing está construyendo, si se permite que se expanda, podría significar la muerte de las sociedades abiertas, no solamente en China sino alrededor de todo el mundo. Los líderes despóticos estarán entusiasmados de comprar el conocimiento y la tecnología chinas, haciéndolos política y económicamente dependientes de China y expandiendo los sistemas de control político chino a una escala mundial.»
Las declaraciones de Soros llegan al mismo tiempo que un analista financiero declaró en la cadena CNBC que China ganaría la guerra comercial contra Estados Unidos y que en unos siete años ya no sería dependiente de la tecnología estadounidense. ¿Será este el fin de las sociedades democráticas? ¿Qué piensas? Déjanos saber tus opiniones en la sección de comentarios.
Con información de The Wall Street Journal.
