Durante el último mes Colombia ha visto una gran agitación social por cuenta de las políticas fiscales que el gobierno colombiano intenta pasar en el Congreso de la República desoyendo los reclamos ciudadanos que se han expresado en las calles.
Los ciudadanos han estado manifestándose en diversas protestas, coincidiendo de manera violenta con la policía en múltiples ocasiones, y expresando un profundo malestar social por las políticas que el gobierno nacional ha estado sacando adelante en medio de una fuerte creencia ideológica en el mercado y que desafía toda noción democracia participativa.
Para ponerlo en términos simples: El gobierno ha adoptado una ideología que favorece al mercado y al gran capital en detrimento de los ciudadanos, las clases media y baja. Y esta ideología es la que está detrás de la reforma fiscal (o tributaria) que el gobierno está presentando en el congreso nacional.
El día martes 17 de diciembre la Cámara Baja del Congreso aprobó gran parte del texto de la Reforma, la cual ha sido ampliamente criticada tanto como por ex-presidentes, políticos, economistas y jefes gremiales. Y es que la reforma, que tiene la buena intención de atraer la inversión extranjera directa por medio de los estímulos fiscales a las grandes empresas, podría dejar un gran hueco en las finanzas del estado.
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Voces en contra de la reforma tributaria
El ex-presidente colombiano, César Gaviria manifestó que su partido, el liberal, no apoyará la reforma tributaria del gobierno porque «en su concepto, incluye medidas que ayudan a los ricos y ‘entretienen a los más pobres'».
Gaviria apuntó que el presidente de la República desconoce que la situación fiscal del país podría verse en aprietos si se aprueba una reforma que concede grandes exenciones en impuestos a las grandes empresas.
Al mismo tiempo, el ex-presidente señaló que aprobar esta reforma generará mayor descontento social y le mostrará a los ciudadanos que protestan en las calles que el presidente no tiene ni la voluntad ni el deseo de escucharlos.
Para César Gaviria la reforma está siendo impulsada por el ex-presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez, quien gobernó bajo un esquema similar – que favorecía la inversión extranjera y a los grandes empresarios. Sin embargo, Gaviria destaca que el escenario internacional y local que enfrenta actualmente el país no permite continuar por esa senda de exenciones dado que profundizan la desigualdad y no generarán el mismo nivel de crecimiento que en el pasado.
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Lo que opinan los economistas y directores de organizaciones
Otras voces también han sido críticas con las medidas que el gobierno nacional está introduciendo en la llamada «Ley de crecimiento económico», el nombre eufemístico que el gobierno le da a la reforma tributaria.
Para Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo y Sergio Clavijo, ex-director de la Anif, así como Mauricio Cárdenas, ex-ministro de Hacienda, existen varios puntos de la reforma que podrían terminar siendo perjudiciales para las arcas del estado.
Un primer punto que controvierte son los descuentos tributarios a los empresarios que serán de una reducción de renta de hasta el 30% y el descuento al IVA a bienes de capital. Por cuenta de estos regalos a las grandes empresas, el estado dejaría de estar recibiendo nada menos que la suma de 7 billones de pesos.
Mauricio Cárdenas apunta que el gobierno está legislando para ganar aplausos de los empresarios, pero que el próximo gobierno tendrá que pagar la cuenta de estos regalos.
Los tres días sin IVA
Otro de los puntos que se critican a la reforma tributaria son los tres días sin IVA (impuesto al valor agregado). Esta medida de corte populista puede llevar a que empresas corruptas emitan la mayoría de sus facturas para estos días aunque las entregas de los productos se hagan en otros días.
Los tres días sin IVA es una medida que se implementaría para ayudar a la clase media. Sin embargo, deja por fuera a los pobres, quienes carecen de la capacidad de ahorro para hacer grandes compras en estos días. Al final esta medida beneficiaría únicamente a aquellas personas de clases pudientes que pueden posponer sus compras más grandes para estos días porque tienen cómo asumir sus compras en cualquier temporada del año.
Exenciones a megaproyectos
Otro de los puntos de controversia en esta reforma tributaria son las exenciones tributarias sectoriales a los grandes proyectos de inversión agrícola, de economía naranja y a las mega inversiones, es decir aquellos proyectos en los que los empresarios planean invertir más de 1 billón de pesos.
Para los analistas no es claro que estas exenciones redunden en la generación de más empleo.
Sergio Clavijo indica que bajar la tributación como medida para atraer la inversión no es una apuesta segura. Para este analista, la ley de reforma tributaria no prevé cómo se compensarán los huecos fiscales por cuenta de mayores exenciones tributarias ¿Al final tendremos más impuestos para la clase media?
Mauricio Cárdenas indica que la reforma con sus exenciones puede propiciar la corrupción y una mayor evasión fiscal.
Desinversión social
Mientras que el gobierno se la juega con una reforma tributaria que evidentemente reducirá el recaudo del estado en impuestos, en el aire queda la pregunta de qué pasará con los diversos programas sociales existentes y las demandas sociales que se han estado expresando en las protestas de la calle. Sin un estado con dinero, es incierto el rumbo que tomarán los programas de atención social y lo más probable es que veamos recortes en programas para la paz, la atención de comunidades indígenas, la educación, y la inversión en ciencia y tecnología.
Al final, el gobierno estará empeñando el futuro del país, generando más desigualdad social -acrecentando la brecha social entre ricos y pobres, y dejando de lado las verdaderas fuentes de desarrollo nacional (La educación, la ciencia y la tecnología). Y todo se habrá hecho para satisfacer a unos cuantos empresarios y gremios (como la Andi) que presionaron por recortes fiscales, con la promesa de un desarrollo económico que solo beneficiará a unos pocos (aquellos que ponen el dinero para las campañas políticas).
Con información de La Revista Dinero.