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El plan “castrochavista” de Biden para estimular la economía es aprobado por el senado

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Mientras que en las latitudes latinoamericanas, los gobiernos son bastante negligentes para dar apoyo a los ciudadanos comunes y corrientes y a los negocios en medio de la pandemia, ya que consideran que tales medidas son izquierdismo radical e “incentivos a los que no trabajan ni aportan a la economía”, el gobierno de Estados Unidos se está jugando todo por un proyecto de estímulo que apoyara a los desempleados y a las familias y que tiene como fin hacer que la recuperación de la economía estadounidense sea mucho más rápida y equitativa.

El senado de los Estados Unidos ha votado para aprobar el plan de Biden que prevé una legislación con un estímulo de más de 1.9 trillones de dólares, lo cual lleva el plan del presidente para reiniciar la economía estadounidense un paso más cerca de asegurar su paso final en el congreso estadounidense.

La cámara alta del congreso pasó la legislación de estímulo fiscal en una votación de 50 contra 49, en una votación dividida por partidos con todos los demócratas votando a favor y todos los republicanos votando en contra.

La luz verde del senado lleva el objetivo de Biden de estimular la economía con una alta dosis de apoyo federal durante sus primeros meses como presidente a ver la línea final de lo que se consideraba hace unos meses como algo improbable.

La cámara de representantes controlada por los demócratas ahora considerará la versión del senado del plan de estimulo durante los próximos días. Si es aprobado por la cámara, entonces el proyecto se dirigirá al escritorio del presidente Biden para su aprobación final.

Con el mercado laboral todavía con 9.5 millones de empleos menos que en sus niveles pre-pandémicos y con los trabajadores de bajos ingresos y las comunidades de las minorías soportando el golpe económico más fuerte de esta pandemia, el presidente ha etiquetado el paquete de estímulo como esencial para asegurar una recuperación económica fuerte y más igualitaria.

El presidente Biden y su equipo económico han rechazado las críticas de algunos economistas que afirman que el plan es excesivo y que hay riesgos de que la inflación podría ascender, incluso con la recuperación de los Estados Unidos mostrando signos de un fuerte rebote en el mes de febrero después del hundimiento que experimentó la economía durante el invierno.

El fracaso del presidente al no conseguir que uno solo republicano apoyara su legislación es un golpe a sus esperanzas de poder usar sus largas décadas de experiencia en Washington para impulsar una nueva era de bipartidismo que de apoyo a su agenda.

La oposición unánime de los republicanos dejó la ley de estímulo en el senado al borde del fracaso por varias horas el viernes cuando Joe Manchin, un demócrata centrista de Virginia occidental, esperó por cambios en algunas de las provisiones de beneficios para los desempleados en la legislación.

Los legisladores pasaron la noche votando en la cámara alta una serie de enmiendas al proyecto que fueron llevadas a la discusión por miembros de ambos partidos, aún así los demócratas rechazaron la llamada de los republicanos de reagendar la votación hasta la mañana siguiente.

La pieza central del plan de estímulo es una nueva ronda de pagos directos a la mayoría de los ciudadanos estadounidenses, de USD 1400 por persona, lo cual sería el tercer cheque del gobierno que se entrega desde que la pandemia comenzó.

En el primer paquete de ayuda se entregaron USD 1200 a cada ciudadano elegible hace un año, justo al comienzo de la crisis, y el segundo pago de USD 600 fue hecho a finales de diciembre del año pasado.

Pero este nuevo plan de estímulo es mucho más amplio, incluyendo una extensión de beneficios federales de emergencia por desempleo que tienen un valor de USD 300 por semana hasta principios de septiembre, 350 mil millones de dólares en ayuda a los estados y a los gobiernos locales, y la expansión de un crédito de impuestos para las familias con hijos.

Las provisiones de los beneficios de desempleo y la elegibilidad para los cheques directos fueron recortadas en el tramo final de las conversaciones del senado bajo la presión de los senadores demócratas centristas.

Sin embargo, el golpe más fuerte a la ley y a los demócratas progresistas vino cuando un grupo de legisladores moderados, incluyendo Manchin, se unieron a los republicanos en las llamadas para rechazar un incremento en el salario mínimo federal a 15 dólares la hora.

Con información del Financial Times.

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