Desarrollo social

¿Qué tan pobres son los colombianos? Encuesta de Naciones Unidas responde

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Cuando se habla de la pobreza generalmente se piensa en la renta per cápita de un país o en la renta neta de las familias. Muchos países tienden a medir la pobreza en función de los ingresos mensuales de los distintos segmentos sociales y se indica por ejemplo que una persona es pobre cuando sus ingresos diarios son menores a 2.15 dólares.

De hecho la definición de pobreza extrema del Banco Mundial es que una persona gane menos de 2.15 dólares al día. Así, una persona con un ingreso neto inferior a ese umbral es catalogada como pobre. Esta definición tiene múltiples fallos porque no tiene en cuenta las perspectivas de bienestar subjetivo de las personas y por lo tanto impide formular estrategias más certeras en contra de la mitigación de la pobreza.

Las definiciones estándares de la pobreza no consideran los anhelos de las personas, sus proyectos de vida, si las personas sienten que están encaminadas a lograrlos. Tampoco se tiene en cuenta el nivel de felicidad de las personas con su situación económica y las cosas que les gustaría mejorar en su entorno.

En este sentido, la más reciente encuesta del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre percepciones de pobreza en Colombia es un ejercicio que cobra una gran relevancia.

El reporte titulado: “Percepciones y bienestar subjetivo en Colombia: Más allá de los indicadores tradicionales”, señala que uno de cada tres personas en condición de pobreza consideran que no son pobres. Una revisión más exacta indica los siguiente: 30% de las personas en condición de pobreza no se consideran pobres, y un 31% de las personas que experimentan pobreza extrema no consideran que sean pobres extremos.

Más sorprendente aún es el hecho de que el 24% de las personas de la clase media sí se consideran pobres, aún cuando evidentemente no lo son; y que un 6% de las personas de clase alta también se consideran pobres.

María Angélica Arbeláez, directora del informe, indica que las percepciones de las personas se alejan de “la realidad”. Tal vez más bien deberíamos decir que las percepciones de las personas se alejan de los indicadores tradicionales y la forma en que las estadísticas ven a estas mismas personas.

Un aspecto interesante es que al observar a las personas según su posición en la escala de ingresos se puede apuntar a que el 20% más pobre de las personas (el quintil inferior) se consideran menos pobres en comparación a la clasificación que el estado hace de ellas. Mientras que el 20% más rico de la población considera que no son tan ricos como suponen las estadísticas y clasificaciones oficiales.

El reporte de las Naciones Unidas también indica que hay una gran preocupación por los ingresos y su distribución. EL 81% de los encuestados cree que la distribución de los ingresos es injusta. También hay una fuerte preocupación por la desigualdad en el acceso a la salud y la educación. En el caso de la justicia, el 83% considera que no hay un acceso justo o equitativo a ella.

Para Sara Ferrer Olivella, representante legal del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, si Colombia quiere superar sus ciclos actuales de pobreza es necesario que los líderes políticos miren más allá de los indicadores tradicionales. Es preciso indagar qué quieren las personas, cómo se sienten con su situación actual, qué quieren lograr, en qué creen las personas y en qué confían. También es clave que se de importancia a la forma en que las personas perciben su entorno, las situaciones que afectan a ese entorno, las expectativas personas y los factores que afectan su toma de decisiones.

Para el Programa de Naciones para el Desarrollo, un aspecto adicional al que se debería mirar también es al círculo vicioso que genera la desigualdad en relación a la productividad. Es preciso fomentar una mayor confianza entre las personas, así como una confianza mayor en las instituciones. Para el PNUD los niveles de confianza en el país son bajos. Las personas confían muy poco entre sí y menos aún en las instituciones.

Un breve análisis

Es importante que los líderes y creadores de políticas públicas puedan mirar a los elementos concretos de este informe para realizar un análisis mucho más exhaustivo de los factores y situaciones que preocupan a la población. Si los líderes políticos saben qué es lo que preocupa a las personas, qué quieren (mucho más allá de mejores ingresos) podrán diseñar mejores políticas públicas para lograr mejores indicadores subjetivos de satisfacción y felicidad. Al final la economía no se trata solo de mejores ingresos sino también de que las personas se sientan felices con sus profesiones y el entorno que las rodea. También se trata de que las personas se sientan valoradas y respetadas, que no sean discriminadas, que se sientan seguras y de que crean que el país y la sociedad les provee esperanza a ellas y a sus familias.

Con información de Portafolio.

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*Iván Gutiérrez, blogger y analista económico independiente, es el creador y editor de Muy Financiero. Puedes seguir a Iván en su perfil de Mastodon en col.social.

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